Me he pasado una temporada en el infierno pe
ro con escenografia de paraiso. Una imagen un tanto ambigua para mis emociones inestables. Luego de hartarme de mi y de mis torturantes lamentos y torturas, he cogido por fin el puto barco que me saco de Formentera, me cruzo a Ibiza y en poco menos de una hora, un avion me dejo en la ciudad condal de Barcelona. Esta vez no tuve tiempo de decirle adios a los caminos de tierra y arena, ni de despedirme del mar, ni de hacer ningun ritual de ningun tipo con la isla. Ha sido una partida diferente a la de cada año. Una partida dolorosa y ansiosa. Pero eso si, he hecho un conjuro, de acuerdo a lo que hablamos con mi amiga Silv Vich, delante de la casa de B. He abrazado los rincones que me hicieron feliz y besado el cielo imaginario de tantos años. Recuerdo que cinco años atras, yo esperaba a B sobre la cama del bungalow mientras que el se duchaba y yo soñaba y soñaba y soñaba y luego me quedaba dormida y encontraba notas que decian: "He ido hasta el Blue Bar a comprar cigarrillos y traerte besos con sabor a hierbas" y mas tarde cuando su boca me despertaba saboreaba el gusto del mar. Y ahora estoy aqui en el tren recordandolo todo desde el principio al fin y poniendole puntos suspensivos a nuestra historia. Apenas pise el aeropuerto de Barcelona, me he dado cuenta, que cinco meses en una isla, me han dejado mas jodida de lo que estaba. Ahora no puedo soportar el bullicio, ni las voces altas, ni los ruidos sordos, ni las aglomeraciones, ni las muchedumbres, ni las risas fuertes, ni el olor, ni el color de las ciudades. Entonces vuelvo a la gran ciudad y todo me parece un zoologico abierto, con cromañones sueltos en busca de un poco de diversion. Todo me parece absurdo: la gente vestida, los zapatos, los calcetines/medias, el cabello planchado/liso. El exceso de maquillaje, los accesorios en la ropa, el llegar puntual a un sitio, el trabajo de cada dia, el comer, los claxon sonando a toda pastilla, el mundo girando y siguiendo su curso, la big city.
Asi que aqui estoy volviendo a la gran ciudad pero soñando desnuda con B mirando el sol en el mar de la fertilidad...
ro con escenografia de paraiso. Una imagen un tanto ambigua para mis emociones inestables. Luego de hartarme de mi y de mis torturantes lamentos y torturas, he cogido por fin el puto barco que me saco de Formentera, me cruzo a Ibiza y en poco menos de una hora, un avion me dejo en la ciudad condal de Barcelona. Esta vez no tuve tiempo de decirle adios a los caminos de tierra y arena, ni de despedirme del mar, ni de hacer ningun ritual de ningun tipo con la isla. Ha sido una partida diferente a la de cada año. Una partida dolorosa y ansiosa. Pero eso si, he hecho un conjuro, de acuerdo a lo que hablamos con mi amiga Silv Vich, delante de la casa de B. He abrazado los rincones que me hicieron feliz y besado el cielo imaginario de tantos años. Recuerdo que cinco años atras, yo esperaba a B sobre la cama del bungalow mientras que el se duchaba y yo soñaba y soñaba y soñaba y luego me quedaba dormida y encontraba notas que decian: "He ido hasta el Blue Bar a comprar cigarrillos y traerte besos con sabor a hierbas" y mas tarde cuando su boca me despertaba saboreaba el gusto del mar. Y ahora estoy aqui en el tren recordandolo todo desde el principio al fin y poniendole puntos suspensivos a nuestra historia. Apenas pise el aeropuerto de Barcelona, me he dado cuenta, que cinco meses en una isla, me han dejado mas jodida de lo que estaba. Ahora no puedo soportar el bullicio, ni las voces altas, ni los ruidos sordos, ni las aglomeraciones, ni las muchedumbres, ni las risas fuertes, ni el olor, ni el color de las ciudades. Entonces vuelvo a la gran ciudad y todo me parece un zoologico abierto, con cromañones sueltos en busca de un poco de diversion. Todo me parece absurdo: la gente vestida, los zapatos, los calcetines/medias, el cabello planchado/liso. El exceso de maquillaje, los accesorios en la ropa, el llegar puntual a un sitio, el trabajo de cada dia, el comer, los claxon sonando a toda pastilla, el mundo girando y siguiendo su curso, la big city.
Asi que aqui estoy volviendo a la gran ciudad pero soñando desnuda con B mirando el sol en el mar de la fertilidad...
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