9/9/08

El Amor Me Cago La Tarde


Llevo más de una semana encerrada con B. El amor me cago la tarde, el día y la noche. Mi vida se ha paralizado nuevamente en una temporalidad sin fin. Bajo a la calle solo por alimentos nutritivos y vuelvo otra vez a mi nido/cueva/dulce hogar/perro de familia preferido. OH, he ansiado tanto este maravilloso momento que ahora no puedo soportarlo. Tanto amor de golpe es un puño pegándome en la cara una y otra vez. Atrás, como si fuesen siglos de por medio, ha quedado mi bicicleta, el sol de Formentera y toda la historia y personajes de esa isla. Recién ha pasado una semana y mi vida ha mutado. Echo de menos mi vida. La otra. Aquí mi yo se va desvaneciendo lentamente y mi cuerpo se consume sobre el de B. OH te amo tanto B que no puedo soportarlo. Entre desayunos, sabanas, cenas y velas paso el día, la tarde, la noche y la madrugada y el alba. Todo es un anacronismo perfecto. El sueño eterno a tu lado. Las promesas de un sueño embriagador. El vino tinto de ocho euros. Las ensaladas de aguacate y arroz integral y manzana. El despertar a tu lado. Tu cara de las 10 de la mañana. El color de tus bellísimos ojos. La belleza echa carne. La carne consumida. La carne. Nuestra carne que se tritura. Nuestra sangre que fluye por cada centímetro de nuestros cuerpos. Llevo tu olor pegado a mi, pequeño hedonista. Amo este momento y el miedo se va a tomar por culo. Amo este momento para siempre. Quisiera conservarlo. Hacerlo pequeño. Guardarlo en una botella. Meterlo dentro de esa botella y arrojarlo al mediterráneo y dejarle un mensaje: Pedirles a todas las sirenas enamoradas de Ulises que lo cuiden. Que lo reserven. Que no lo ahoguen. Que no lo rompan por favor…


No hay comentarios: