A través de los sueños te encuentro y te huelo azul y digo que no, que basta, que se ha acabado, que solo quedaron los restos de una fantasía que se instalo en nuestros cuerpos y que hemos confundido el deseo con la realidad hace rato y que no nos hizo nada bien ni a ti ni a mi ni a nuestros futuros amantes. Todos los amaneceres, atardeceres, días enteros con sus noches, cenas y almuerzos y restos y verdes y flores y lunas llenas, tu cuerpo desnudo, tu cuerpo marcado y consumido por el mío cubierto, no han sido suficientes para sostenernos, levantarnos, girar la cabeza y solo oír el mar. Tus labios inflamados ya no rozan los míos. Solo pronuncian palabras agraviadas y dolorosamente rotas. Tus labios que soñé tus labios sobre los míos ya no cruzan la puerta; van directo al olvido por el camino tajante de la cruda realidad. Ya no seré para ti ni tu para mi como lo fuimos y soñamos alguna vez por separado. Quisiera apuntarme en un curso donde me enseñen a decir: “Basta”, “No”, “Se acabo”, “This is the End” pero parece que nunca consigo plazas ni vacantes en la escuela de las despedidas. Solo consigo vivir atormentándome con tu sombra y la que quedo de nosotros vida de mi vida. El arte del hartazgo ha entrado en mí y me atraviesa las tripas y me las revuelve y vuelve. Quisiera quemarte. Incendiar tu casa con un barril de gasolina, tus libros, tu yo, tu alma podrida, tu ropa interior, tu agua estancada en la pena, tu hipocresía, tu inhospitalidad y tus palabras huecas. Cuidado: voy a prenderte fuego. Quisiera no extrañarte tanto y poder dormir. Quisiera creerme que no vales nada. Que eres un alcohólico perdido, un frustrado y un mal parido, pero solo consigo llorar y llorar lágrimas tras lágrimas que dejo caer al mar de Formentera, la isla que nos unió y me presento al dolor color turquesa de tus ojos. Quisiera salir de esta isla de sol y dejar de quemarme, de quemarte, comenzar otra vida, tener amnesia y poder dormir. Quisiera no conocer el bosque de Mitjorn ni la luz de las estrellas ni a las piedras ni el desierto de tu alma fría y errante. Quisiera. Quisiera. Quisiera no ser yo y poder dormir. Quisiera acabar este juego inmundo y repetir: NO y caerme de la risa al escupirte un No sobre tu bello rostro. Solo vives en mi absoluto porque lo palpable que vi en ti ya no es real. Has sido un invento de mis emociones, una creación, una fabricación del tiempo de tantas noches perdidas, has sido un robot y ahora solo eres mi Frankenstein y así como te cree un día y te di vida, te di la mejor de la vidas, la inalcanzable y toda poderosa y fascinante vida, así como te di esos colores, esos brillos y flores, muy pronto acabare con ellos y con ella y te matare.
Tenía tanto que darte… pero Adiós bestia. Disparo en tu corazón.
Tenía tanto que darte… pero Adiós bestia. Disparo en tu corazón.
1 comentario:
gitana leo y releo el blog, ahora gitanita también lo hace. mallita y baldecito con palita se instala a escucharte. historias de gitanas marinas, duendes y ogros, peces de colores y tu bello sorazón. muaaaaaaaaa
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