22/3/10

Ilusion


Estoy en el cuarto de la cabaña que alquilamos en Bariloche. Desde la ventana puedo ver las nubes blancas como pasan sobre un cielo azul y al viento soplar moviendo los cipreses y demás árboles. Hay mucho viento. Las paredes del cuarto son blancas. El techo es de madera azul y todo por fuera es verde. La chimenea esta prendida y el contexto es maravilloso pero la situación real es una porquería. B bebe Ron con limón y miel en exceso junto al fuego y pelea con el televisor. Discute en voz alta sobre lo que el cree que es verdad y lo que no. Expone sus fundamentos como si alguien lo estuviese escuchando, pero la única que escucha soy yo, y ya estoy harta de escuchar y escuchar todos los delirios que vomita diariamente cuando esta en este estado. Intento decirle todo que si. Que tiene razón en cada una de sus palabras. Dice que ha tenido un viaje esta mañana. Un minuto antes de que yo me despertase. Dice que ha soñado lo que iba a suceder hoy. Dice que el explica todo por que no quiere confundir la realidad con el deseo. Que ha soñado conmigo y una novia que ha tenido a los diecisiete años. Dice que estábamos juntas en una cama y lo provocábamos y nos hacíamos amigas entre nosotras y nos reíamos de el. Dice que lo hemos hecho bien. Que esta muy bien reírse del. Que no siente rencor del sueño. Luego cambia de tema y elije un canal donde ponen futbol y mira un partido de Independiente y festeja los goles aunque no conoce al equipo. Solo festeja por que vive en un estado de excitación constante. Luego pone otro canal, y otro y otro y otro y pelea y discute con todos y se excita tanto con el tema que se levanta de la silla y se pone a dar saltos y se golpea la cara y yo me quiero morir bien muerta de ver esta escena que se repite y se repite en el mundo de la ilusión que le otorga el alcohol. Luego prende la chimenea con muchas leñas. Hay un fuego bellísimo y se quita la camiseta y se queda desnudo y afuera hay 8 grados. En fin. Atrás quedaran en su recuerdo, una cabaña con fuego, Colonia Suiza, el cerro catedral, el campanario y una infinidad de caminos que no se cruzaron nunca. En cambio en el mío, quedara su delirio como un recuerdo borroso que no quiero volver a circular…

1 comentario:

Anónimo dijo...

illusion es vida jajajaaa