Es sábado a la noche. La ciudad llamada Barcelona tiene frío y mi alma aúlla. Las cosas con B no están nada claras. Lo odio. Me odia. Lo amo. Me ama. “Te amo. Te odio. Dame más”. El placer de esta pena. Es el mejor titulo para nuestra canción in eternum for ever and ever. El placer de saborear comida India en la cama y derramar las salsas picantes en nuestras piernas para luego ducharnos y enjabonarnos con veneno barato. Veneno del malo. Y estoy harta. Harta de mí. De mi canción. De que la canción sea siempre la misma. De la película de terror con toques románticos y escenas graciosas. Estoy harta del puto piso de El Carmel y el del Doctor Valls y de sus habitantes. De B & V. Harta. Hastiada del mismo bodrio. Aunque penosamente es un bodrio que disfruto, que amo. Vamos, una contradicción andando este hastío cruel de hiel. Harta de tus líneas blancas. De las botellas vacías. De las mentiras. De la inestabilidad y paranoias. De no dormir sino te tengo a mi lado. Harta de mi cuento que cuento. HARTA. De no encontrar lo que busco y de buscar lo que encuentro. Del frío, mas frío en la montaña. De refugiarme en un fracaso para huir de los míos. Menuda cobarde estoy echa. Pero vamos; ¿quien quiere encontrarse con sus propios demonios? Libre por fuera. Presa por dentro. Amor odio. Alcoholismo. Co-alcohólica. Perdida en tu mirada. Perdida en tus rodillas. Perdida en tus hombros. Perdida en tus labios. Perdida en ti. Todo mi ser se perdió en ti. En ese espejo roto hermoso pero roto. Y no consigo billetes a Ámsterdam. Y no consigo a alguien que me quiera hablar. Y no veo televisión ni las revistas. Pero si insisto… yo se muy bien que me conseguiré.

2 comentarios:
Es increible encontrar una descripción tan perfecta de mis sentimientos en letras ajenas.
Que bueno que lo compartas.
Entonces no me siento tan sola... gracias
Publicar un comentario