17/6/10

Diego Armando

Me acuerdo que cuatro años atrás estaba en Formentera viendo los partidos del mundial. Fue todo muy curioso. Juntarse con argentinos desconocidos en los pequeños bares de Espujols para ver el futbol en playas paradisíacas que no tienen nada pero nada que ver con la pelota. Y luego lo peor de aquel mundial, fue soportar el triunfo de los italianos que salían con sus motorinos a toda pastilla a sonar el claxon como locos durante horas. Luego me entere que ese verano estuvo Maradona y Sorin en Formentera cuando termino el mundial. No me hace mucha gracia el fútbol pero confieso que los últimos años en Barcelona me han hecho muy simpatizante del Barcelona Futbol Club y a continuación de todas las copas que se jugaban en Europa. A B no le gusta mucho el futbol, pero es fanático de los jugadores de otras épocas. Una tarde me ha obligado literalmente a ver los goles de Johan Cruyff, una y otra vez, hasta el hartazgo y luego me contaba anécdotas de cuando se lo encontraba corriendo por las mañanas en los jardines de Santa Amelia en el hermoso barrio de Sarria, mientras el sentado en un banco bajo los árboles, se armaba un porrito. ¿A que viene este temita de la pelota y de los muchachos pateando? Pues ya ni recuerdo que quería contar realmente. Eso si, queda claro que estoy ilusionada y emocionada con Argentina. Maradona me ha emocionado desde siempre. Sin explicación posible, ya que no soy fan del futbol ni conozco en detalles toda su trayectoria, pero es muy curioso lo que me pasa con Diego, aparece en mis sueños como mínimo tres veces por mes y cada vez que lo veo en una entrevista se me caen las lagrimas, por mas que el este haciéndose el chulo y se ponga insoportable. En mis sueños somos súper amigos y el me cuenta su vida privada y me pregunta que hacer, donde ir, me cuenta cosas sobre Claudia y quiere ir a discotecas en Bariloche. ¿?. Es un tipo que inexplicablemente me produce mucha pero mucha emoción. No tengo idea porque. Más allá de sus triunfos y derrotas y de ser el jugador mas conocido del universo, me hace llorar. Una vez, hace como diez años atrás, en una sesión de terapia, le dije a mi analista, que quería internarme como Maradona en alguna clínica y salir renovada. Y ella me pregunto: ¿En que te sentís diez? Y quizá desde ahí venga el ferviente cariño confuso con el 10. De todas formas, siempre aparece en mis sueños y además mi madre vive muy cerca de su casa y desde chiquita me dijeron: “Ahí vive Diego”, mientras me señalaban su casa de Devoto. El mejor regalo que le conseguí a B hace unos años fue, una foto que le dio Diego a uno de sus custodios, que es conocido de mi madre, que decía: “Para Boris, con cariño, Diego Armando.” Y la firma del 10 sobre una foto del con una pelota auspiciada por Puma. Y claro. B enloqueció de amor. El mejor regalo para un polaco loco: La firma de otro loco. (El mejor loco del mundo)