30/6/10

Dios no juega dados con el universo


Siempre que me encierro me da una depresión de caballo. Es como que una parte mía se regocija en el dolor y consume amplias dosis a través de los poros. Los sentimientos emergen por los orificios y me abarcan todo el cuerpo. Me atrapan. Quedo atrapada en el dolor. Y lo genero, lo consumo y lo consumo hasta acabar la dosis. El sentimiento se expande sin filtros y arremata con todo. Me da con un látigo. Me ciega. Me cambia el color de la piel. Muto como cascabel y la voz ni se me oye. El tono es un re-menor y la saliva se amarga. El gusto de la boca me lo dice todo. Las manos me traspiran y el frío se propaga por el cuerpo invadiéndolo y hay otra parte que lucha por no dejarlo entrar y entonces se produce una pelea conciente e inconciente entre dejarlo entrar (al dolor) o dejarlo salir. Los músculos se ponen tensos y el cuello se tensiona. Te odio dolor. No se por que te dejo entrar tan a menudo. Tengo que encontrar la manera de acabar con vos y con mi sensibilidad aguda que me esta volviendo literalmente loca. No entiendo como pude ser tan ingenua: “Si quieres hacer reír a dios, cuéntale tus planes”. Y yo que algunos de mis planes se los cuento a todo el mundo, a Dios lo hice cagar de risa, mas allá que no crea en el, el universo se esta riendo de mi. Ríete. Ríete universo que pronto volveré a reír yo contigo. Al menos podré reírme de mí y de mis planes que no planeo planear más contigo. Contare con algunas premisas y desde ahí voy a construir. Desde la premisa. Y que esta fluya. Si quiere fluir y sino quiere tendré otra. De momento Asia quedara entre mis premisas para un tiempo que aun no ha llegado. Asia es una ilusión. Y no iré a Asia contigo, de momento. Esta vez no tendré la oportunidad de pasear por las islas del sur ni esperar que te acabes la raya para dormirnos. ¡Aleluya! No tendré que preocuparme por si piíllas malaria o si te piílla la poli en momentos confusos. Te dejare solo. Y podrás meterte a toda Tailandia por el culo. Follarte a estupidas prostitutas tailandesas y hacer turismo sexual. ¡Viva el amor en los tiempos de cólera! Ahora que eres el puto amo del universo: ¡Trágate al mundo de un solo saque! Yo que te amo más que la Julieta de Verona y que te perseguiría hasta el sol, dejare de seguir tus pasos y tu Romeo de mierda, beberás de la poción solito. Ya mismo el cielo se ha caído ante mí y el océano es más inmenso y extenso que nunca. Siento como pasa el océano por debajo de mis pies. Tailandia siempre estuvo lejos y en esa lejanía la letra B se desdibuja con el viento y las tormentas y monzones del otro continente. ¿Hacia donde vas amor? Te pierdo, te pierdo, te pierdo, te pierdo, te dejo ir, te suelto el ancla, te ofrezco el sol y el mar, te doy lo que tuve para escapar y al fin volver a ser libre. Vete de mí. Vete a tierras y soles lejanos. Báñate en sus aguas. Vive al sol. Pasea en canoas. Enamórate de sirenas voluptuosas. Vive al día. Nútrete de peces de colores. Junta piedras. Pasea en elefantes. Hazte amigo de los monos. Interpreta su idioma. Fuma. Bebe el licor de los budas. Besa al buda de oro. Piérdete en el mercado flotante y grita fuerte. Mientras yo intento sembrar la semilla de la libertad y ver sus frutos. Intento recibir el boomerang tardío. Pero uno tiene que dar sin esperar nada a cambio. Si no dar no es dar, dar es esperar algo a cambio. Y yo que todavía soy egoísta, he dado esperando. Recibiré cuando ya no espere nada. Cuando realmente de. Por dar. Solo por dar. Entonces, dar es dar, solo eso…

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