Diseño

He vuelto a quedar con el italiano francés este, pero las cosas no han dado resultado. Luego del faro, la luz y rayados de todo el día, intentamos pasar la noche en la playa. Vaya; que mala idea se nos ha ocurrido. Cuando tú amas a alguien puedes pasar la noche bajo un pino que todo estará bien. Pero si crees que la cosa no va a funcionar desde el primer momento, no vayas a sitios dificultosos. Por la noche en la playa sopla el viento y hay una humedad del cojon, entonces si no tienes los elementos necesarios todo se convertirá en incomodidad. Primero intentamos dormir en su coche, un twingo azul viejo y sucio con los asientos traseros que no se bajaban del todo, o sea, no podíamos estirarnos ahí dentro. Ya con mal humor nos bajamos a la orilla y nos pusimos debajo de las velas de un catamarán sobre una toalla. Pero solo teníamos una sola toalla que la pusimos debajo y entonces no teníamos nada para taparnos más que nuestros cuerpos. Al cabo de un rato, con su brazo rodeándome el cuerpo comenzó a darme un agobio descomunal. Lo único que me contentaba era ver las estrellas desde debajo del catamarán através de los agujeritos e imaginarme la cara de B. ¿Qué estaría haciendo en ese momento? Lo mismo que yo quizá pero tomando tragos y enrollándose con tías del mundo que viajan por Asia para en algún momento volver a mis brazos corriendo desesperadamente. Pero da igual lo que estuviese haciendo el. Más importante era lo que estaba haciendo yo: mirando a las estrellas volar sobre el cielo negro y el mar azul y contándoles más secretos al mar y abrazando al fulano este. Me encantaba la escena por que mi mente estaba en otro sitio como siempre. Nunca esta en el mismo sitio que yo. Solo cuando estoy con B se queda conmigo. Así que ahí estaba yo debajo de un catamarán viendo la oscuridad más hermosa del mundo con olor a mar y soñando con nuestros cuerpos gimiendo en el bosque. Lo siento mucho por mi nuevo amigo, pero no puedo fingir. Entonces me levanto con una mala leche tremenda y me voy a dormir sola al coche. No duermo casi nada. El también tiene cara de culo. Lo veo por la ventanilla. Cuando se hacen las ocho de la mañana lo despierto y me despido de el muy amistosamente diciendo que tengo cosas que hacer y que nos veremos luego. Esta claro que esta noche ha sido la ultima junto al famoso y joven diseñador. Mi destino me lo diseño yo…
2 comentarios:
Vaya, qué difícil es la distancia, pero siempre he dicho que no hay que olvidar que un clavo no saca a otro clavo.
Lástima que la escena que pudo haber sido bastante romántica haya acabado en un desastre.
pues si, un desastre amigo. Al menos lo he intentado...
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