23/8/08

David Lynch Dream



Sueño con David Lynch. Estamos en Los Ángeles. Por la zona donde están todos los estudios cinematográficos. Voy a un casting. Golpeo la puerta y David me abre. Esta vestido con un traje espacial azul y lleva puestas unas patas de rana y tiene el pelo muy blanco y con un jopo terriblemente alto. Muy David. Me sonríe y me invita a pasar. Entro a una office ultra moderna made in LA. David se sienta detrás de un súper moderno escritorio con los más dispares adornos y me dice que me siente. Me siento y conversamos. Me mira mucho y se ríe. Parece que le gusto a David. Me dice que le caigo bien. Me hace muy buena cara y me expone: “Haras la película; tu me gustas mucho, eres una magnifica actriz, pero reconoce que hay un problema muy serio con tus dientes.” Lo miro asombrada, me rozo los dientes con la punta de la lengua y le digo: “pero si no tengo ninguna carie David. Cual es el problema?” David pone cara de preocupado, de muy preocupado y me dice: “es que no tienen la blancura suficiente de Hollywood”. Me asombro de su respuesta y pienso: Joder, pero si tú eres anti Hollywood total y súper dark y tus películas tienen una tenebrosidad maravillosa y los personajes nunca resplandecen como en Hollywood y terminan fatal y les ocurren cosas anormalísimas y además mis dientes no son amarillos ni están manchados ni nada. Entonces lo miro muy a los ojos, muy fijo, como afrontándolo y le digo: Oye David, observa mis dientes! Y abro toda la boca como un tiburón y le enseño los dientes a David y David me dice: “Mira Vanessa, deja de hacer el tonto, piénsatelo bien, o te los blanqueas los dientes o nada de peli”.
Suena el móvil. Me despierto. Vaya freak este David con mis dientecitos. Me quedo pensando que justo ayer en la tontería esa del Facebook.com, me uní al grupo de fans de David Lynch y supongo que de ahí el sueño con David. Pero igual, esta clarísimo que me blanquearía los dientes por estar en sus películas.
A quien no le gustaría ser una musa de Lynch? Loco trastornado.
Bajo con la bici al mar. Voy al Blue Bar otra vez. Me encanta que sea todo azul, azul y azul. Me siento a observar al horizonte. Al mar. Pienso que el viento hace lo que quiere con el agua del mar. El agua es presa del viento por que para que las olas se formen tiene que soplar el viento y si el viento no sopla el agua se mueve poco. Esta tranquila. El puto tirano es el viento que juega con ella haciendo lo que le da la gana. Entonces aquí estamos nosotros, el viento, las olas y yo, soñando con lo mismo. Ellas con el viento, yo con ellas y el viento con ellas otra vez. En definitiva, todos soñamos con el mar. Con la inmensidad inconcebible turquesa y con David Lynch también.
La cuenta de los días ha comenzado. Hace una semana que el tiempo se ha convertido en una galaxia flotante inmovilizada. Los segundos son eternos. Los días semanas y las noches perpetuas. En poco tiempo abandonare esta isla que tan feliz me ha hecho y que ha atenuado mi dolor. Abandonare esta isla para reencontrarme con tus brazo.
OH amor…

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