14/8/08

Summer Of Love


Es por la mañana temprano. Salgo a la carretera sobre el Km. 9.1 con la bicicleta. Giro en el camino de arena y tierra de VogaMari y salgo directo al mar. El sol me calienta de lleno el cuerpo. Festival. Llego al mar. Amar. Al mar. Hoy esta un poco irritado. Sopla mucho el viento sobre Mitjorn y apenas se ve el horizonte a lo lejos. Las olas corretean subiendo y bajando. Zapatean “La danza de los vampiros” de Polanski. El mes pasado he leído en la noticias que Polanski, una mañana de estas, desayunaba en el Blue Bar. A un Km. de mi casa! Me gustaría mucho coincidir con Román en un desayuno. En fin, creo que ha venido por unos días y que ya se ha marchado para su casa de Ibiza. Me imagino que debe ser fascinante el mundo Polanski. Amo a Polanski. Muero por conocerlo. Vaya tragedia de vida y vaya creación. Amo sus películas y a su mujer Emmanuel también. Vaya pequeño genio perturbado y maldito. Llego a la arena. Me desnudo. Quedo libre de todo peso. El tono del mar me tiene loca de amor. Entro al mar a rumbear con las olas. Hacemos una danza uniforme. Soy fatalmente feliz debajo del agua. Dando vueltas. Jugando a la sirena de Formentera. Así me paso horas y horas. Entro y salgo. De la arena al agua. Del agua a la arena. Y así me paso la mañana sumergida en un paraíso cristalino sin igual único en el universo. Sobre la 1 PM vuelvo a casa. Bajo a la piscina. Nado un poquito más y en eso suena mi móvil. Lo dejo sonar un toque. Al final decido atender. Es de un privado:
Alo. Quien es?
Soy B….
Me quedo muerta. Inerte al oír su voz. Aferrada al borde de la piscina. Me quedo muerta de amor. Sin palabras. Sin poder articular la lengua…
Hola amor!
Y el resto de la conversación me hace llorar de emoción y le agradezco a Formentera. A la luz del cielo. Al universo girando y a todos los átomos que han oído mis lamentos. Gracias al mar turquesa, al poder de la isla y a nuestras mentes en constante conexión a pesar del tiempo y la distancia. Colgamos. Me quedo inmóvil en el mismo borde de la piscina. Llorando. Riendo. Imaginado un futuro encuentro cercano del sexto tipo. Lo veo desnudo en la cama. Lo veo despertándose por las mañanas y toda la felicidad me atrapa de golpe y me deja en estado de shock por un simple llamado. Vuelvo a creer en la ilusión. En el amor. En el universo. En la fuerza de la pasión entre dos. Volver a Barcelona? A ti? A mi? A nosotros? Tengo miedo.


La cuenta de los días comienza…

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