20/8/08

El mercadillo de Paulina



Es domingo. Formentera esta a tope de agosto. Motos, motos, motorinos y más motos y sus claxon sonando a toda pastilla. La carretera esta petada. Hay largas filas para subir a La Mola. Después de una considerable eternidad, subo a La Mola. El mercadillo de cada domingo esta a tope también. Hay muchos puestos. Mucho belga, franceses, alemanes y la fauna de siempre. Mucho hippie. Mucho disfraz de hippie. Empresarios italianos en romanas, pareos y bronceados, con crema “Sun Lipstick” en los labios. Los rastas en chándal. Los punkis y sus perros. Los niños vestidos iguales a sus padres. Las pijas comprando piedras preciosas y algún recuerdo de Formentera. Uno que vende pan caliente. Otro creeps. El otro que vende María. El otro unos cuadros re feos. El otro MMDA: están todos. Es un tanto curiosa la fauna de La Mola. Es una quimera todo este mundo. Al final de cuentas, los seudo artesanos son los que mas se preocupan por la recaudación de la temporada. Se lleva entre 20 mil y 30 mil euros la farsa hippie por la temporada de verano. Y todo el día van con mala cara por si vendieron o no vendieron, o por si el de al lado vendió mas o menos que el otro. Ay que mundo de mierda este de los hippies de Formentera. Claro, no quiero generalizar, no son todos iguales pero hay mucha semejanza entre ellos. He conocido a algunos muy miserables. Más dinero, más miseria: la ecuación perfecta. Camino por cada puesto. Me detengo en uno. Hay cadenas de plata que me gustan. Me gusta el oro blanco también, pero no hay. En el centro del mercadillo, hay mucha gente sentada en el piso observando complacientemente a uno que entona con su guitarra. Es un occidental de pelo largo de unos cincuenta y pico, que lleva aquí muchos años. Todo vestido de blanco, canta baladas en ingles y no se parece en nada a Bob Dylan, pero es un tío amable y bastante simpático. Al menos toca la guitarra y canta, aunque cada año toque lo mismo. En fin, es lo que hay: es el mercadillo de la mola. Y la mola es muy grande, aunque no lo parezca. Tiene demasiados caminos de tierra que te llevan hacia los acantilados que desconozco por completo. El gran faro. Las cuevas. Tiene su punto también, pero no es mi sitio preferido de la isla. En 1969, Syd Barrett y otro de los de Pink Floyad han vivido por aquí y ahora, casi cuarenta años después, yo camino por sus calles. Dejamos el mercadillo y bajamos al bar Cantoni. También esta repleto. Se nota hasta en el aire que es domingo de agosto. Nos sentamos en una mesa y mi amigo se pide un pollo con patatas y una caña y luego un postre de naranjas. En la mesa de al lado unos personajes del ambiente “seudo artístico moderno” se ríen a carcajadas: Es Paulina Rubio y a su lado, el feo de su marido Colate, bebiéndose unas cañas. Ahhhh, Paulina la hippie y Colate también! Como se puede estar casada con un tío con la cara de Colate? Dios mío! No te entiendo Paulina, con esas piernas tan bonitas. Me da mucha risa que estén sentados en el Cantoni mezclados con toda la peña formenterense como si fuesen unos mas. Paulina se ha sumado al círculo del mercadillo y ha coreado unos temas para que después los hippies no hablen mal de ella y canten sus canciones en la ducha:

"Ni una sola palabra ni gestos ni miradas apasionadas ni rastro de los besos que antes me dabas hasta el amanecer." Oh, OH, OH!





5 comentarios:

Anónimo dijo...

metete en una cueva. no te muevas de ahi. formoleate!

V dijo...

te toco profundo hippie de reposteria!

Anónimo dijo...

sucia ojala ke la folle un negro marroqui con una polla mas grande ke la anaconda de carlitos nair menem,y un comando de chotos como el de la tota santillan y el padre grassi, pero ke sucia hippie.extraña pompeya y la pasta base.no? yo si ke la extraño se la quiere vioo ke le firmee..

V dijo...

Extraño pompeya y mas alla la inundacion!
Sucia en ke anda?? escuchando a Nico en un pension de San Telmo? o violada por Fito Paez en Palerm?
Se la quiere tambien

Anónimo dijo...

Que ganas de liar lo simple, tambien vos soys psiquiatra? Voludeces.