Estoy en el puerto de La Sabina esperando a Silvia Plath que viene a la isla por unos días. Por cinco días. La espero justo donde están desembarcando los barcos de Trasmapi. Desembarca. Nos abrazamos y vamos hacia el moto rent de la sabina a coger una moto. Vamos a Calo Des Mort a nadar con los peces y a craquear el escenario perfecto para mi boda o para el crimen ferpecto. (Ya esta decidido hace años; me casare allí y un barco nos esperara) A Cala Sahona a observar a los pijos en sus yates. Por el camino viejo de Can Parra a buscar la eternidad reflejada en una casa de piedra. Particularmente en una. Al faro de la mola a hacer un pic –nic de hamburguesas de soja sobre los acantilados del faro y resulta ser el mejor restaurante de la isla. Al escalofriante faro de Es Cap a proveer montañas de piedras y pedir los mismos deseos para luego patear las piedras de antemano. A Cala Embaster a mirar a los hippies como se preparan la cena dentro de las cuevas. A Mitjorn. A soñar con las casas de Mitjorn. Con mi futura casa donde viviré cuando me case con B. A Es Arenals a caer en picada. A las dunas a dunearlas. A las piscinas naturales a tirar los móviles al agua. A andar en bici por el Cami Vell. A cenar al “Integral” una sopa de no se que con tali. A comer al bar de los currantes patatas fritas con huevos fritos y helados Magnum. A desayunar al “Bon Gost” descafeinado con leche. Al Matinal. A la concha de su madre. A la plaza de San Ferran a oír a los hippies con tambores. A escuchar a una falsa Janis Joplin que cada año hace lo mismo y canta el mismo repertorio. A mirar los perros pasar y preferir siempre los perros que a las personas y confundir a un perro grande, a un Gran Danes (que siempre se acuesta en el centro de la plaza), con B. Al “Flower Power” de San Francesc con gafas sin cristales y vestidos. Al Sun Splash nuestro de cada día. En nuestra mini travesía conocemos a Claudio from Porto Alegre. A Vincent from Bélgica. A Alex from Rumania y a unos cuantos mas que olvide sus nombres. En un abrir y cerrar de ojos han pasado los días. Pienso que han sido días sin gloria. Días con poco swing. Holidays in the sun y como siempre, lo que me vuelve a reconfortar es el poder de la isla y del sol y no de los humanos. Creo que el amor es la mayor incoherencia del mundo.
2 comentarios:
Pero sigue funcionando a mil. Y nunca nos damos cuenta de lo que hacemos por ella. Es todo un problema
EL amor es lo unico por lo que vale la pena estar vivo
salut Pablo
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