Tengo una llaga en la lengua. En mi órgano móvil de la boca. No puedo ni hablar. Mejor. Igual no me apetece. Será por el silencio? Será por lo que no digo? El silencio me esta dejando huellas hasta en la lengua. Quedo con Xoniat a las 12 AM. Es curioso. Muy curioso. Esta vez nos toca trabajar en Mitjorn. Vamos por la carretera hasta el km 8,9. No presto atención. Voy mirando el campo a lo lejos. Gira el coche a la derecha y en eso veo el cartel: Restaurante “Es Codol Foradat”. No me lo puedo creer. Seguimos por el camino. Le pregunto hacia donde vamos. Me dice: a “El Romero”. Continuamos por el camino de tierra. Gira en uno privado y detiene el coche justo al lado de la casa de la madre de B. O sea de la casa de B. O sea de la casa de mi sueño. No me lo puedo creer. Me toca currar a 100 metros de su puta casa. Me quedo nerviosa, ansiosa, con nudos estomacales. Entro a “El Romero”. Llega “La Suiza” .Le cuento la situación. Me hacer reír. Marujeamos un poco mientras trabajamos. Me cuenta de su viaje a la india. De su novio “el artista”. De su brote de esquizofrenia luego del viaje a la india. De Formentera hace 13 años atrás. De su familia en Austria, Paris y Suiza. De su corazón. Me cae bien “La Suiza”. Parece honesta. Autentica. Es muy delgada. Con fibra. 10 años mayor que yo. Pura energía la suiza esta. Salgo al jardín de la casa. El jardín bosque del romero se comunica con el jardín bosque de la casa de B. Comienzo a tentarme. Son las 2 de la tarde. Hay mucho silencio. Solo hay ruido de chicharras, de bosque. Me meto por el camino de árboles y piedras agujereadas. Camino en silencio mirando todo. Llego a la medianera. Observo bien y la salto. Me mando. Por fuera todo esta cerrado. Todo es muy azul. Muy hermoso. Con muchas piedras. Hamacas. Muchos colores y arreglos florales. Muy B es la casa. La examino a fondo por fuera. Doy la vuelta y veo una ventana. Una ventana que ya conozco. Intento abrirla. Esta abierta. La abro. Me meto por la ventana. Entro a la casa. Se me cae todo. Llevo la piel de gallina. Miro las camas. El caótico orden. Las antigüedades preciosas. Lo veo a B tirado en la cama. Lo veo a B con el reflejo del sol. Lo veo en la tierra. Se me caen las lágrimas. Todo esta intacto. Observo minuciosamente cada cuarto. Cada cama. Me tiro en mi cama preferida y proyecto un futuro alucinante. Proyecto un sueño roto. Un sueño que al final se sana. Me veo ahí con B tirados en la cama haciendo el amor. Pienso en masturbarme. Pero al final no lo hago. Tengo que volver a trabajar. Tengo el cuerpo en otra fase. La cabeza volada. Vuelvo a ser pura ilusión. Estoy cerca de B. Muy cerca. Lamentablemente me tengo que ir. Me despido de esas paredes como si fuesen humanas. Me llevo toda la energía de B conmigo. Norman Briski, mi profesor de teatro decía: la casa es la cabeza de uno. Esta casa es circular. Perpendicular. Un diseño muy raro. Un estilo muy variado. Antigüedades de todo tipo. Me encanta. Me despido otra vez besando la cama que algún día jugaran mis hijas. Jaja. Las veo ahí riéndose en un costado. Lo veo a B tirado en el sofá jugando con ellas. Me río mucho. Lloro mucho. Que loca que estoy. Me voy. Nadie me ha visto. Lo he podido disfrutar. Vuelvo a la casa de al lado.
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