El olor de mi cuello

Bajo a desayunar a San Francesc. Entro a Bon Gust y pido un

descafeinado con leche italiano que esta increíble. Enciendo el ordenador y blogeo un rato. Hace mucho calor en Bon Gust. Me cago de calor en Bon Gust. No me gusta la gente que viene a desayunar aquí. Me caen mal todos estos italianos. Solo vengo por el café descafeinado que esta increíble. Hay un ventilador que me da en la nuca, pero yo no quiero un ventilador dándome en la nuca. Entonces, trago mi café y me voy pronto. Las voces de los italianos y el ventilador por la mañana me han puesto de mal humor. Salgo a la carretera y hago autostop. Me para una moto chopera azul marino bien grande y silenciosa. Me gusta. UFF es un italiano! Dice que es de la Toscana. Me dice que no tiene nada que hacer. Que no conoce bien la isla. Me dice si quiero pasear. Que si tengo tiempo. Lo pienso un poco y como hoy no trabajo, le digo que si. Que andiamo. Que Va Fan Gulo. Vamos en la moto por la carretera. Subimos a La Mola junto al sol reflejándonos por todas las sombras. Amo subir e ir por las curvas de La Mola en moto y tener esas vistas a la izquierda; me alucinan. La entrada del pueblo es como un pueblo fantasma. No hay nadie. Parece que no hay nadie. Porque los hippies están por ahí todos escondidos en las cuevas o acurrucados bajo los árboles del bosque. Parece "El pueblo de los malditos", la peli de John Carpenter. Llegamos al faro y Filippo, el italiano, me cuenta que colecciona coches antiguos. Que arma coches de colección. Que tiene un caballo que compro en Argentina y que el caballo se llama "Mery". Pienso en las trillizas de oro con sus maridos polistas y en sus trenzas. Filippo sigue hablando. Un poco en ingles, otro poco en italiano. Dice que hace Kick Boxing y que sale a correr por las salinas todas las mañanas y que ama desayunar en "El Matinal" tostadas con salmón. Lo escucho pero ya no lo escucho. No se para que mierda vine con el. Pues, estamos en el faro. Miramos el mar desde los acantilados. Hoy no se ve el horizonte. Hay mucha bruma. Es muy bello. Es un gran cuadro, pero me gusta mas el faro de Es Cap. Amo el faro de Es Cap. Nos sentamos un rato en una roca. Seguimos hablando y de repente Filippo me dice que lo deje olerme el cuello: What? Que? Bop? Que? Que? le digo Que? y me dice que quiere saber como huele mi cuello. Me río y le digo que huele a sal, a Formentera, que me deje en paz, que no intente nada porque no me interesa. Filippo se disculpa y me dice que no me enfade. Que solo le gusta saber como huelen los cuellos de ciertas chicas. Huele a B y ya esta. Filippo me aburre en tan solo 10 minutos. Volvemos a la moto y bajamos hacia Calo Das Mort. Le muestro la cala. Dice que le gusta, pero no parece que le guste tanto ni que la aprecie tanto como yo, ni que sea más feliz al verla. Coño, le estoy enseñando el sitio mas maravilloso de la isla y este apalancado ni se entera. Nos damos un baño y adiós. Por la tarde quedo con el Xuri. OH Dios! Voy por mal camino con este. Ya lo se. Pero tiene un punto que me cae un poco bien. Nos vemos y empezamos a delirar. Decimos que por aquí solo nos juntaremos con leoninos y formaremos el club de los "Leo Broken Heart". Vamos en moto al Sun Splash. Nadamos un rato y cantamos un poco. Cantamos "La bien pagada". Cantamos "Se me olvido que te olvide" y nos reímos mucho cambiando todas las letras. Observo que el Sun Splash, es tierra de hippies. Es Hippielands. Hippies con furgo y perros. Por ahí lo veo a uno que me gusta. Pero es muy hippie. No me gusta más. Y la peña de siempre: Mauro con su guitarra. Argentinas haciéndose mate en la playa. Que asco. La francesa rubia loca. El de rastas. El Sergi con sus masajes y los perros de siempre. Igual me encanta el Sun Splash Eh! Con su agua caliente y cristalina poseidonica. Luego de unas horas nos marchamos. Vamos hacia el cami viejo de Es Cap. Hacia la querida amiga Garrovera. A mezclarnos con ella y poder ser una parte minúscula de todo este alucinante universo natural. Con Formentera me basta.