20/12/10

Rezo por Vos


Estoy en Marrakech. La ciudad roja. La ciudad loca. La ciudad mística y mítica. La ciudad rápida y atiborrada de transeúntes con sus velos, algunos descalzos, otros pasean gallinas en carritos, otros pasean carritos con mandarinas y plátanos. Otro te grita, te llama, te ofrece el mundo, para luego regateártelo. Otro te invita a su tienda y te dice: solo mira. Solo mira. Y luego suelta el ¿Cuánto? ¿Cuánto? Tu le dices, ochenta, el te dice, cien, tu le dice adiós, el te dice ¿Cuánto? ¿Cuánto? Tú le dices sesenta. El te dice, ochenta y así nos pasamos minutos, hasta que la oferta cae y te llevas unas babuchas por cuarenta Dirhams o cuatro euros y así es la vida en la medina cada día y a cada hora. La venta. Le venta. El sabor. El pasar a sus tiendas. Los días de ferias. El mercado bereber. La lana de las ovejas. La plantita de menta en la nariz para no morirte de asco por el olor de la carne al aire libre sin nevera y de las gallinas en jaulas una detrás de otra. Y las moscas. Y los burros. Y las motos que te esquivan a la perfección una detrás de otra. Y así es Marrakech, con la oración cada mañana en la Mesquita y sus millones de oradores, levantan el murmullo que podría derribar cualquier muro. Y la ciudad y su muro rojo. Y las mesquitas solo para los islamitas. Ningún turista puede entrar. Y yo rezo por vos en mi mente. Le rezo a la meca. Y peregrino por mi sueño contigo. Sueño roto. Sueño abandonado de momento. Y de la Mesquita Koutoubia al jardín de la menara y su avenida Mohamed V y el palais Badii y las tumbas sadadiens y el hotel Mamounia y su casino y el casino Sadie y los jardines Majorelle y la ruta del oasis con sus palmeras y camellos y canchas de golf y el souk de los cueros, y el souk de las babuchas y los famosos hamman o baños públicos y el cus- cus y la pobreza en su máxima expresión y los locos sueltos sin casas sin almas, entregados a la vida loca y sus noches con whiskys berebere y sus rituales. Aquí estoy en Marruecos intentando olvidar el ayer, antes de ayer y el mañana. Intentando que me cambien por doscientos cincuenta camellos y marcharme al desierto de Sahara y dormir infinita sobre la arena bajo una tormenta. Aquí estoy llorando por que la pena es muy grande en una ciudad así, con sus anónimos y llenos de valentía, habitantes. La vida no vale nada. Todo se regatea. Y la turista italiana mira con asco los puestos de comida donde hay carne sin heladeras, cus cus, sopas del día, langostinos e infinidad de platos. Y la parte nueva de la ciudad es rica, totalmente, con sus bares de diseño, sus mega hoteles como el SofiTel y tiendas de sushi. La parte nueva no huele a la Medina. No huele a pobreza. No huele a tristeza. En fin, pasar por esta ciudad no puede ser indiferente para nadie. Es una ciudad llena de luz, de arquitectura, de historia, gente y olores. Cerca del desierto de Sahara y de las montañas del Atlas y sus mil y una noches que nunca acaban. Invierno. Feliz en mi Riad con plantas y pipas para fumar y techo descubierto y jardín debajo en la capital del antiguo imperio marroquí.



“De primeras te extraña y después te entraña”.
 Fernando pessoa sobre Marrakech.


19/12/10

Todos los caminos empiezan y terminan en Djemma El Fna



Luego de idas y venidas e indecisiones mentales. Cojo un vuelo a Marruecos con una amiga. El destino suena más que interesante: Marrakech. África. Calor. Cultura diferente. No europeos. No rules. Al salir del aeropuerto de la Menara la sensación es única e indescriptible. Es de noche y a lo lejos, todo parece seco. Seco y rojizo. Lo primero que debemos afrontar es el trayecto hacia el centro de la ciudad. En la calle, una fila de taxistas se pelean y discuten precios con los pasajeros absortos. Nos dirigimos a la parada del bus y se acerca un taxista e intenta iniciar el regateo. Nos dice por ciento veinte dirhams al centro. Nos miramos y le decimos sesenta. Dice que no. Que es muy poco. Una fila de taxis Mercedes Benz prenden las luces. Y otra vez continua con el regateo y al final cerramos por noventa entre tres personas. Mi amiga y yo, y un australiano desorbitado que esperaba en la parada al lado nuestro. Durante el trayecto quedamos pasmados. Todo parece seco y árido y rojo. El tráfico se nota caótico. Las calesas y sus caballos, las motos a toda pastilla, las bicicletas, los taxis pitando el claxon. Todo el mundo toca el claxon en todo momento y a cualquier hora. El taxista es simpático. Dice “OH Arshentina” “Messi, Maradon”, la típica representación. Pues si. Messi, Maradona, dulce de leche, bla, bla. En menos de treinta minutos llegamos a la plaza Djemma El Fna. Al bajar del taxi a cien metros de la plaza, el ritmo del tiempo cambia completamente. Hay una locura en el aire. Una aceleración máxima. Una vibra paranoica y frenética. La vida en una velocidad sin igual. Un tiempo como de otro siglo y muy moderno a la vez. Una plaza con sabores y olores inigualables. Con caballos y látigos. Serpientes encantadas. Juglares. Monos con pañales asustados. Tiradoras del tarot en Frances con doblaje a un español confuso. Vendedores de frutos secos. Zumos de naranjas de los más ricos que probé en mi vida a cuatro céntimos el vaso. Comerciantes rateros que venden imitaciones de las mejores marcar del mundo. Anteojos por doquier.  Puestos de comidas. Las mujeres con sus velos. Los hombres con sus ansias. Turistas perdidos. Hombres mirando la nada. Hombres con gallinas en la cabeza. Islamitas crazy. Borrachos que danzan y la gente los aplaude. Niños insistidotes que dicen “no guía” y te acompañan hasta el fin del mundo. Tradiciones árabes. Vamos, un terremoto visual para el recién llegado de la cuidada y perfecta Europa sin huellas. Europa no tiene huellas. África esta sucia de las huellas. La gente vive. Vive. Solo vive al cien por ciento. Todo es necesidad y apremio. Oferta y demanda. Supervivencia al baile del regateo. Babuchas. Chaquetas. Teteras árabes y sus te de menta. El tiempo no existe. Vuela. Se vive. Se consume en un instante toda una vida. Vaya locura de sitio. Hola: ¿Italiana? ¿Española? ¿Mariah? Eres bienvenida. Bienvenida. Bienvenida. Bienvenida. Bienvenida a Marrakech, la ciudad roja…


10/12/10

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Camino por Madrid en tu compañía. Mi mano en tu cintura, copiando a tu mano en la cintura mía, a paso lento… canta Jorge Drexler mientras yo camino por Madrid sin tu mano en mi cintura y sin copiar a tu mano en la cintura mía, a paso firme, intentando olvidarte aunque no quiera pero deba. Olvidarte son los clavos de Jesús incrustando mi sien. Olvidarte no es posible en esta vida. El olvido no es posible. Tu rostro no es posible. El mío sin el tuyo tampoco. Cuanto amor. Cuanto odio. Cuanta maldad. Cuanta bondad. Cuanta droga. Cuanto mal. ¿Cuántas vidas a tu lado? ¿Cuanto tiempo mas llevara esta condena? La gente se esconde o apenas existe y yo ahora no me escondo, pero tampoco existo. No existo más que para vos. Que para vos en mí y de mi estoy lejos. A muchos kilómetros de mí. Me he dejado abandonada como a ti. Madrid es helado. Tu voz corroe mi mente. Sueño con tu abrazo en mi cuerpo y duermo sonriendo. Me despierto y la vida es una pesadilla nuevamente. No quiero más pesadillas sin ti y la Gran Vía esta atiborrada de gente. Y en Sol no encuentro más que sombras de los miles de transeúntes que caminan por aquí. Y los bares me dan asco. Y la superficialidad de los españoles me desespera. Y no encuentro una mierda. Y entro a un bar y es todo jaleo y ruidos y gritos. La gente no se escucha ni se entiende. Todo es divertido para el resto. Yo no soy de este planeta. Nada me viene bien. A todo le falta algo. Nada me satisface. Solo tus brazos. Solo tu cuerpo. Solo tu mirada celeste del mar de Formentera. Y todo eso se ha acabado. Ese sueño se ha trillado. Y nuestros destinos vuelven a separarse. Nuestros cuerpos en llamas vuelven a apagarse, anularse. El sueño termino. El sueño no llego. El sueño no llega. Y Madrid me espera. Y los días no tienen horas. Y el día es igual a la noche y la noche al día. Y la magia se ha ido. Y los segundos son siglos. Y los siglos una promesa. Y tu odio y tus gritos me envenenan. No quiero que me odies amor. Y camino por Tirso de Molina y todo esta oscuro. Y me encierro en una urbanización. Y los pisos son todos iguales. Y la gente no deja huellas. La gente no existe. El otro. El otro no existe. Yo no lo veo. Ojala pudiese volver a mirarlo…

6/12/10

La Huida



Con dos cojones, una maleta repleta, el ordenador colgado de mis hombros y mi corazón hecho trizas he huido de Barcelona, la fría ciudad condal. Luego de darle mil quinientas vueltas al tema, he decidido, en silencio estéril, abandonar a B y a todo este entorno maligno. Por primera vez en años de idas y vueltas y de vueltas e idas, he dado un pequeño primer paso. No se si será el paso definitivo, pero creo que es una decisión muy acertada en este momento. No podía seguir respirando al lado de un adicto mentiroso negador viendo la vida pasar, en un lugar expectante. No podía seguir esperando la revolución. Ni un cambio por que ese cambio no llegara de momento ni en quince días ni en un mes. Ese cambio llevara años de tratamiento y de momento no existe la minima señal de que eso suceda. Y la vida loca a su lado, ya no me enloquece; me entristece. Es un viernes helado, un viernes de principios de diciembre. Con algunos rayos de sol, la gente camina contenta por la calle y compra regalos de navidad. Sin despedirme de nadie, ni siquiera de B, dejo la montaña de El Carmel, me voy a la estación del Nord y me compro un billete con destino a Madrid. Tengo ganas de perderme en la ruta. De viajar horas y mirar el pasado por la ventana. Tengo el corazón y la cabeza muy confusos. Todo es caótico. Caótica V. Quiero pensar y quiero dejar de hacerlo. No hacerle mas caso a la mente. No controlar más los pensamientos. Quiero que se esfumen. Que se hagan viento, humo, cenizas. Quiero retener el mejor pasado, pero no puedo, el pasado se ha ido y el presente me tira una y otra vez hacia las cuerdas de mi vida. No puedo dejar de pensar ni un segundo en B. En nuestros destinos. Me subo al autobús a la una del mediodía y lo imagino en la ducha cantando o haciendo el llanto del bebe malo y quiero morirme literalmente por no estar a su lado. Quiero desaparecer y tener amnesia o dormirme abrazada a su cuerpo cuatrocientas horas. Pero ya esta. Ya no puedo seguir dándome oportunidades en el musgo. Ya no puedo seguir jugando en terrenos no fértiles. Es el o yo. Vivir mi vida o la suya. B o V. Supongo que estoy intentando crecer. Hacerme fuerte sola. Cambiar el rumbo. Cambiar para sentirme viva…

2/12/10

Primer intento



Al mirar por la ventana, veo un cielo gris, gris claroscuro y nubes que lo invaden de la misma manera que mis pensamientos invaden mi mente atormentada que no se desatormenta. Las ventanas dan a un vacío. Es un vacío parcial. Nada definitivo. ¿El vacío tiene tiempo y espacio o es siempre definitivo? Un vacío confuso de momento. Las ventanas también dan a la biblioteca Juan Marse, en el barrio con montaña, El Carmel. Es una biblioteca que me gusta mucho. Tiene cuatro pisos repletos de libros de lo que se te ocurra y mucha música y muchas películas y sillones acogedores para poder mirarlas. Las bibliotecas de Barcelona siempre me acompañan en momentos de vacío. Me reconfortan. Aunque la idea de una biblioteca es tremenda. Es triste. Los libros son tristes y se ponen amarillos y no llenan mi vacío. Quizá lo entretienen, pero ni siquiera eso. Digamos que lo reconfortan. Vacío confortable en bibliotecas. Vació poético. Vacío en versos. Vacío en renglones. En palabras, en comas. Vacío en puntos suspensivos. La ciudad no me tiende sus brazos. Apenas me da la mano. Barcelona esta ahí, esta aquí, quizá sea yo la que no puede verla mas allá de una puta letra. La segunda letra del abecedario. Me gustaría poder ver Barcelona nuevamente. Sentarme en sus bares y perderme entre la gente. Escribir y escribir y retomar el sentido. Pero por alguna extraña ciega obsesión, no puedo. Ya no hay deslumbramiento posible. Al menos por ahora. He perdido la ilusión con todas las letras del abecedario. Solo me he quedado con una y pensándolo así, con una letra no se puede escribir ninguna palabra y mucho menos una historia. Una letra es un símbolo y yo solo busco un símbolo de paz. Barcelona. Boris. Buenos Aires. Bastardo. Bienvenido. Bonanza. Brillante. Buenafuente. Beatles. Los días se hacen largos y el tiempo no para cuando no estas a mi lado. Pero esta vez intentare dejarte ir…

28/11/10

Amor I hate U

Es sábado a la noche. La ciudad llamada Barcelona tiene frío y mi alma aúlla. Las cosas con B no están nada claras. Lo odio. Me odia. Lo amo. Me ama. “Te amo. Te odio. Dame más”. El placer de esta pena. Es el mejor titulo para nuestra canción in eternum for ever and ever. El placer de saborear comida India en la cama y derramar las salsas picantes en nuestras piernas para luego ducharnos y enjabonarnos con veneno barato. Veneno del malo. Y estoy harta. Harta de mí. De mi canción. De que la canción sea siempre la misma. De la película de terror con toques románticos y escenas graciosas. Estoy harta del puto piso de El Carmel y el del Doctor Valls y de sus habitantes. De B & V. Harta. Hastiada del mismo bodrio. Aunque penosamente es un bodrio que disfruto, que amo. Vamos, una contradicción andando este hastío cruel de hiel. Harta de tus líneas blancas. De las botellas vacías. De las mentiras. De la inestabilidad y paranoias. De no dormir sino te tengo a mi lado. Harta de mi cuento que cuento. HARTA. De no encontrar lo que busco y de buscar lo que encuentro. Del frío, mas frío en la montaña. De refugiarme en un fracaso para huir de los míos. Menuda cobarde estoy echa. Pero vamos; ¿quien quiere encontrarse con sus propios demonios? Libre por fuera. Presa por dentro. Amor odio. Alcoholismo. Co-alcohólica. Perdida en tu mirada. Perdida en tus rodillas. Perdida en tus hombros. Perdida en tus labios. Perdida en ti. Todo mi ser se perdió en ti. En ese espejo roto hermoso pero roto. Y no consigo billetes a Ámsterdam. Y no consigo a alguien que me quiera hablar. Y no veo televisión ni las revistas. Pero si insisto… yo se muy bien que me conseguiré.

17/11/10

La Perra del Ciego



Estoy en el metro línea azul dirección Diagonal. Sube un hombre cincuentón ciego con un perro labrador de acompañante. El hombre se sienta. El perro se sienta a su lado. El hombre acaricia al perro. El perro mira fijamente a un chico que va comiendo un sándwich. Al perro se le cae la baba, el chico del sándwich se ríe de costado haciéndose el chulo y me mira y me guiña un ojo. Yo me río y miro al ciego, el ciego no me mira y miro al perro que mira al sándwich que come el chico que me mira y se sonríe. Me da ternura la escena pero por el perro. Quiero levantarme del asiento y cortar un pedazo del sándwich y dárselo al perro, pero claramente, me reprimo y viajo en el metro mirando al perro que me alegra el viaje. Quedo con SVJ en la puerta del Juicy, en el Raval, luego de casi un año sin vernos. Hace un frío de invierno romántico. Frío de mantas y abrazos. Frío con lluviecita. Mientras la espero de pie en la puerta, se acerca un tío preguntándome donde puede comprarse medio gramo o un gramo. Le contesto con mala hostia; ni puta idea. ¿Qué tengo cara de dealer-camello yonqui ahora? Mientras me quedo esperando me armo una mini peli. Me dedico a vender esa sustancia blanca y una noche llega B a comprar y como manejo yo el tema, no le vendo. Le digo que “para ti no hay”. Les aviso a los otros, que no le vendan. Controlo todo el tema y gano 500 euros por día, como mínimo. Por suerte llega SVJ y me saca de la movie fatal. Entramos a almorzar. Pedimos Tali y vuelvo a sentir placer. Placer en mi boca. Placer oral. Charlamos. Charlamos mucho y la conversación parece la de cinco años atrás. Le cuento las mismas cosas. Las mismas obsesiones. El mismo trauma. Mierda, estoy de tenida en el pasado. Puse pausa en el play de mi vida. Me escucho y me doy asco hablando siempre de lo mismo. De lo que he hablado en este blog por dos años. La puta letra B. Cambia el paisaje. Cambian los aires, las estaciones pasan y sigo en lo mismo. ¿Cómo no puedo hacer otra cosa? Hay tanto cielo para mí y yo sigo en el infierno de mi mente en una película dark oscura, chota, ni siquiera copada. Una película de una boluda atada a la espera. A la nada. Creo que es hora que un espectador me de una trompada y me saque de la función. Me sacuda. Me de cachetadas y me abra los ojos con los dedos. En fin, cada loco con su tema. Cada cual con su propia película. La mía la dan en cine continuado sin pausas, todos los días, sin ningún tipo de cortes, ni interrupciones. La obsesión es una mierda y no tiene nada que ver con el amor. Luego SVJ y yo nos vamos al Starbucks de la rambla solo por el hecho que tiene calefacción, sofás muy cómodos y el chai con soja y chocolate es lo más y te quita cualquier depresión según SVJ. Ahí dentro, entre lágrimas, deliramos. Y el bolso con los 2500 no vuelve a aparecer. No importa. Sigo participando y otra vez será…

4/11/10

Breaking Bad


Cuarenta días después vuelvo a sentarme tranquilamente frente al ordenador e intento escribir algo aunque no sea algo nuevo. Es que no hay nada nuevo bajo el sol. B y yo hemos estado encerrados como de costumbre casi cada día y a cada hora disfrutando a nuestra manera el mundo que nos rodea. Tirados en la cama, haciendo el amor, comiendo como emperadores calamares y gambas y viendo series a rabiar. Hemos acabado en menos de una semana las tres temporadas de “Breaking Bad” que nos ha mantenido enganchados hasta el cuello cada segundo. Luego seguimos con la primera temporada de “Boardwalk Empire”, la sexta de “Weeds” y con todo lo que nos ofrece el megaupload Premium las 24 horas. Los días se han ido estirando y han dejado de tener comienzo y final. Ya conocemos la sensación. Es un poco agobiante y claustrofóbica y a la vez muy adictiva. Me gusta pasar las horas junto a B colgados como dos computadoras y delirar con un futuro exótico. También hemos disfrutados de unos días en Arenys de Mar, subiendo y bajando con el tren, caminando por la playa, viendo videos de Prem Rawat acerca de la felicidad y visitando a mi amigo poeta Alan y a su novia Silvi que nos hospedaron afectuosamente. Te quiero mucho Alan. Eres un grande y me gusta oírte cantar. A pesar de todo, a veces tengo ganas de marcharme nuevamente y abandonar definitivamente este estilo de vida. Mi vida junto a B es la misma pero el escenario es otro. Ya no son las paredes de Riera Blanca las que nos abrigan con su mundo propio sino que hay otro sitio con ventanas que nos espera, pero esta claro que este no es nuestro lugar en el mundo. Ni el mío. Ni el del. Aun se me esta haciendo difícil encontrarlo. Por eso es que pienso en marcharme. Igual ese lugar no existe. Igual esta dentro de mi. Igual es mi cabeza la que construye, imagina e idealiza algo llamado “lugar en el mundo”. De todas formas tengo muy claro que el mejor lugar en el mundo esta dentro de mí y no es una ciudad/país nuevo. Las ciudades invisibles. Los amigos invisibles. Las letras invisibles. Los sentimientos siempre visibles y nuestros cuerpos pegados como lapas bajo los primeros fríos del otoño…


PLEASE YOU!!  DO NOT CALL TO MY MAN A TUESDAY NIGHT OR EVER AGAIN.
HE DOES NOT LOVE YOU, NEVER DID AND NEVER WILL.
SEX LIES AND VIDEO TAPE: A GOOD MOVIE FOR U...

29/9/10

Con mi sangre



Hace más de una semana que he abandonado la isla. Ahora los colores son diferentes y Barcelona sigue siendo la ciudad de siempre. Luego de muchas idas y vueltas, me he pasado cinco días encerrada con B en una habitación. El encuentro ha sido inevitable. Apasionadamente irremediable y atiborrado de fuego. Hasta las paredes aullaban junto a nosotros. He deseado tanto este momento que se ha hecho carne en mí, en el, en nosotros. El universo y mis rituales Jodorowskianos han dado resultado. Nuestros cuerpos se han pegado como lapas a las rocas y nuestros labios se han sellado. He tocado cada milímetro de su cuerpo y ha besado el mío entero. ¿La pasión es más fuerte que el amor? ¿O el amor es más fuerte? ¿Se puede realmente complementar el amor y la pasión? Según Freud, el hombre no ama a la mujer que desea y no desea a la que ama. Y aquí estamos equilibrando el amor y el deseo una vez más o desequilibrándolo mejor. ¿Amor o deseo? En mi caso quiero desear amarte una vez más porque te deseo infinitamente. Y te amo, esta claro. Luego de casi ciento setenta días sin vernos, nuestro mundo sigue igual. Las mismas cosas nos hacen gracia y la felicidad se refleja en nuestros cuerpos. Alimentarme de tus manos es una de mis cosas preferidas en el mundo. ¡Que bien que sabe mi paladar a tu lado! Todo es más rico. Tiene mas gusto. Más estilo. Más sabor. El gusto de mi paladar sabe a felicidad y la cama se eleva y se eleva durante horas y horas y horas y explota como explotamos nosotros al encontrarnos otra vez. Es buena la distancia para saborear el reencuentro. Es bueno reencontrarse con el amor de tu vida y pese a todo, seguir adelante. Hacia allí. Hacia lo invisible del amor. Hacia la ilusión del mañana que no existe. Hacia tus brazos voy una vez mas. De ellos vuelvo, hacia ellos voy y te amo con mi sangre y con mi cuerpo…


16/9/10

Sin Sed No Se Encuentra la Fuente

Hace tiempo que no escribo nada. Me he pasado los últimos días en un piso muy bonito de mi amiga Heloisa en San Francesc. Los días son casi iguales o se repiten tanto que no logro distinguirlos. Cada mañana suelo tragarme la luz que entra por la ventana y alumbra todos los rincones de la casa. Hay mucha luz en este piso con ventanas que dan al pasaje de las tiendas donde por la mañana la gente sale a desayunar y comprar tonterías. Suelo oír a los transeúntes pidiendo café descafeinado, nestea de naranja y bocatas en el café de la Havana que esta debajo. Me gusta el murmullo de la mañana. Es como un murmullo blanco y alegre. Me da ilusión el murmullo de la mañana. El nuevo día aunque para mi sea viejo o conocido o tenga sabor a deja vu. Muchos de los días aquí tienen sabor a deja vu. Pues yo ya he vivido aquí. Quizá en otra vida. En otra dimensión. En otra realidad paralela, ya estuve. Sin olvidar que estuve los últimos seis años pasados. En fin. Formentera: Deja Vu. O deja Be. O deja a B. Por las tardes, los días en el Sunplash siguen igual aunque ya se ha empezado a notar menos gente. Menos franchutes. Están los turistas que llegan. Las caras de siempre. Las furgonetas cargadas. Las mesas al sol y tu cara en la arena. Tu cara en el sol. Tu cara en el infierno de mi mente y el catamarán de Vincent que da vueltas y vueltas y vueltas por todo Mitjorn flotando sobre el inigualable mar azulado. Creo que el mediterráneo es mi mar favorito de todos los tiempos. Es calmo. Es trasparente. Es turquesa. Es suave. Te abraza. Es tibio. Es mío: ¡Que cuadro de mar! Pues si, es el, el favorito de momento. Y de momento hablo con B de a ratos. Sobre todo por la madrugada. Y nuestros cuerpos se acercan através de una señal telefónica. Y de momento todo se transforma y todo se pierde. Todo se acerca y todo se aleja. Todo gira y explota y la inestabilidad sigue siendo nuestra hermana más aliada y cercana. Nada queda claro en el desierto mental que transitamos. Somos íntimos y extraños. Todo es duda y Apocalipsis y malentendido. Ha sido un verano muy duro pese al paraíso externo. No he sentido sus brazos ni una noche y eso me ha desvelado, me ha agotado, me tiene seca. Cuando salgo por las noches los hombres me demuestren todo lo contrario y se me acercan, me intimidan, me invitan tragos, rayas, cenas, besos, y yo no acepto, por que solo te acepto a ti. En fin. Solo se que queda muy poco para nuestro encuentro o mucho mas para el desencuentro?

Encuentro. Desencuentro. Encuentro. Desencuentro. Encuentro. Desencuentro. Encontrándonos. Desencontrándonos. En contra de nos. De sen con trando do nos. Así es la vida amigos…

15/9/10

YES, THE RIVER KNOWS




Please believe me
The river told me
Very softly
Want you to hold me, ooo

Free fall flow, river flow
On and on it goes
Breath under water 'till the end
Free fall flow, river flow
On and on it goes
Breath under water 'till the end
Yes, the river knows

Please believe me
If you don't need me
I'm going, but I need a little time
I promised I would drown myself in mystic heated wine

Please believe me
The river told me
Very softly
Want you to hold me, ooo

I'm going, but I need a little time
I promised I would drown myself in mystic heated wine

Free fall flow, river flow
On and on it goes
Breath under water 'till the end
Free fall flow, river flow
On and on it goes
Breath under water 'till the end

3/9/10

La isla de la cebolla


Me he despertado a las siete de la mañana. Mi reloj interno comienza a sonar temprano últimamente. No me acuerdo de nada de lo que paso anoche. Si que me acuerdo que he soñado contigo, como de costumbre. Me he preparado un bocadillo de jamón serrano y he salido a la calle a dar tumbos con la bicicleta. No hay situación que adore más que vagar con mi bicicleta por los caminos de tierra de esta isla y perderme por allí. Todo lo demás, aquí en esta isla, es rutina. Vuelvo del paseo y doy una vuelta por San Francesc. Las tiendas de la peatonal y los puestos están hartos de gente que compra pareos con la lagartija de Formentera y recuerdos de la isla. En pocos minutos recorro el pueblo y me entra un hastío sin igual y me quiero ir. Pero de momento me quedare disfrutando de este mar y su infinito hasta que la decisión sea más sólida. Todo sea por este mar, este aire y esta luz descomunal que por momentos me eleva de la superficie y me salva la vida. Sigo andando y todo se repite. Las caras de los turistas buscando. Los payeses cansados y ambicionando mas dinero. El calor que agobia y tu recuerdo que me nombra. Ahora que parece que para siempre no dura tanto. ¿Para siempre vas a odiarme? Para siempre no me nombres. Para siempre en el perpetuo crepúsculo de nuestra piel en las sabanas destrozadas por amor. Boca sobre boca y la isla mía. Tuya y mía. Tus bocanadas profundas que iluminan la mirada del adiós. Y el abismo en la azotea de los días y tu nombre flotando en el mar. Y los rituales en la entrada de tu casa. Y tu nombre escrito en la arena con fuego y sol. Con sol y fuego. Tu retrato de ardor eterno y te extraño tanto cada minuto cuando no estas y no lo puedo aguantar. Voy a escribir que te extraño. Y entonces te extraño en cada segundo. En cada bocanada que trago de aire. En este sol. En este aire. En este mediodía al sol. En esta tormenta que llegara pronto y lavara mi alma. Bajo al Sun Splash y me encuentro con dos hombres que han vivido aquí toda la vida. El que tiene cara de marinero me invita unos tragos y me cuenta que ha vivido aquí por treinta años y realmente ya esta harto de esta isla y por eso ha decidido marcharse a Mallorca. Dice que aquí aun, luego de treinta años, los payeses no lo han aceptado y en ciertas ocasiones de peleas suelen decirle que es un mallorquín de mierda. Esta claro. Los payeses son un tanto racistas y cuidan a esta isla como tesoro. Pensar que en una época solo pensaban en cultivar cebollas y hoy en día solo piensan en el dinero que les dejaran los italianos al final de temporada. Y así va el mundo pensando en el dinero. Y así voy yo, pensando solo en ti. Luego el otro me dice que esta buscando una chica como yo. Una chica que no beba ni fume y que no tenga adicciones. Yo me río por dentro y pienso que mi adicción es peor que cualquier droga del mundo. Que soy más adicta que cualquiera. Soy adicta a B y estoy tan enganchada como si se tratara del enganche a la heroína. En fin. Cada cual con sus enganches. Luego habla de la física quántica. Luego el de cara de marinero dice que una noche de fiesta en Marruecos le han tatuado en el brazo una leyenda. Le miro el brazo y puedo ver un redondel con una palabra dentro. Le pregunto que significa y dice que no puede contarme la leyenda por que trae mala suerte y los árabes tienen prohibido hablar del tema. En fin, tampoco me entero nada de su tatuaje ni del nombre en árabe que lleva. Luego me cuenta que se lo han hecho con suela de zapato quemada y agujas y que luego cogio una infección del carajo. Tiene una cara muy interesante. Se puede ver claramente, lo guapo que ha sido de joven. Luego llega my best crazy friend con su catamarán y nos vamos a dar vueltas con un viento suave que nos pasea por el azul mediterráneo felizmente y nos hace olvidar por momentos el dolor. Vincent navega super relajado fumando un cigarrillo tras otro y me dice: “De luxe baby” “De luxe” ¿Mejor que cualquier cosa en la vida no?



Mientras que flotamos sobre el mar adentro y miramos el infinito…

31/8/10

El mar y yo


Estuve casi veinte días cuidando a un niño aquí en Formentera por las noches. Vaya niño y vaya padres. Tuve que soportar a un maleducado gritón que pedía bocatas a cada hora y se bebía todos los sumos y coca colas que encontraba. Luego jugaba con los gatos y los revoleaba por el aire y luego chillaba con Bob Esponja en la tele a toda hostia. Mas tarde los gatos (tres) (madre e hijos) se paseaban por toda la casa haciendo todo tipo de ruidos y se ponían a jugar con una pelotita durante la noche. En fin, hacer trabajos de temporada aquí en la isla, cuesta mucho trabajo. Realmente uno tiene que olvidarse de todo y pensar en el objetivo vil metal. He aprendido mucho con este niño. Se lo que no quiero para mi hija.

La tierra gira y voy matando al tiempo. Es un presente que disfruto pero no en toda su totalidad. Es un presente que disfruto pero espero el mañana. Aunque se que el mañana no existe. El mañana es ilusión pero por suerte esta la luna aquí y es mas grande que mi conciencia y sigue saliendo sin ti. Ella pese a todo aunque vaya cambiando de forma sigue saliendo cada noche. La luna no saldrá mas el día que te deje de amar. El día que te deje de amar explotara el sol. Explotara la tierra y las estrellas se apagaran. Dicen que las estrellas están apagadas hace rato. Que mirarlas es un engaño. Una ilusión óptica. Que ni siquiera existen y la tierra sigue girando. ¿Hacia donde va? ¿Hacia que? ¿La tierra gira hacia nosotros dos? ¿O esta en contra de nosotros dos? ¿Nos conoce? ¿Nos distingue del resto? ¿Qué somos para ella? ¿Existimos para ella? ¿Habrá alguna conciencia universal? ¿El universo tiene conciencia? Si se le piden deseos al universo. ¿Este los escucha? ¿Tiene sentido hablarle a la mismísima nada imaginando una fuerza superior que oye a los humanos? ¿Hay alguien que nos oye? En fin. Nadie puede responder a las preguntas de este infierno. Nunca nadie tendrá las respuestas. Al menos quiero creer que el universo me oye. Por eso le pido cosas. Como también le pido deseos al mar. A la fuerza del mar que es incontrolable como lo soy yo cuando quiero. Cuando lo necesito. Cuando me descontrolo. Me gusta sentarme sobre la arena sola de cara al mar e imaginarme lo que vendrá. Mirar hacia el infinito y desdibujar la línea del horizonte con mi pensamiento. Me gusta mirar el mar. Me gusta el mar. Me gustas tú. Tú y el mar. El mar y tú. El color del mar. El color del mal. Tus ojos del color del mal. Mi mar del color de tus ojos. Las olas que te acercan. Las olas que te alejan. El viento que hace lo que quiere con ellas. Como tu conmigo. Tú eres mi viento. Y yo soy el fuego. Por eso me apagas y me vuelves a encender. Me gusta sentarme desnuda frente al mar y ver tu preciosa cara que pronto volveré a tocar…

30/8/10

Raices





Estoy leyendo un libro donde una mujer catalana abandona a su hija y a su marido para escaparse con otro hombre a Marsella. La historia con este otro dura apenas una semana y al volver ya no puede recuperar a su marido ni tampoco a su hija. La mujer comienza a vagar por las calles mientras se emborracha cada día y solo tiene tiempo para pensar en el hombre de Marsella con el que apenas paso una semana en toda su vida. A su vuelta del viaje, pasa meses enteros durmiendo en las plazas y en la calle solamente pensando en el. Ya no le importa la vida que había tenido anteriormente con su marido ni su hija. Solo puede pensar en este hombre de Marsella hasta acabar ingresada en un psiquiátrico. Me pregunto yo que tipo de resistencia emocional debo tener para seguir aun cuerda. Digamos que hace más de cinco años que vengo pensando y pensando y pensando en B. Estoy loca de amor y gracias a escribirlo y canalizarlo aun no me han encerrado. No se. En un punto admiro mi capacidad de empeño. Es único e imparable sin igual en el mundo entero. Hay cosas que uno sabe o intuye. Y yo creo, que aunque la vida nos separe momentáneamente, nuestra pasión es indestructible y no hay con que darle. Ya me dirán que pasa cuando dos cuerpos se prenden fuego y es imposible apagarlos.



Todo el resto es placebo para nuestros ojos. Todo lo demás, fuera de nuestros cuerpos, es insignificante. Y yo soy tan romántica que me destruyo a mi misma por no poder alcanzar el absoluto y el absoluto es algo que yo invente en esta relación imperiosa. Hace tiempo que he construido las raíces de esta historia y ellas están tan sólidas que esperaran por nosotros el tiempo que sea necesario. ¡Se que vas a volver! A las diez de la mañana me cruzo a Ibiza en el ferry. Voy por fuera esperando que las gotas del mar me den por toda la cara para despabilarme de todo este amor que no siento en este amor. Al llegar me espera mi amiga Angels que no veo hace casi dos años desde que se ha ido a vivir a Berlín intentando olvidar. ¡Y lo ha conseguido! Ni bien bajo del barco la veo en la calle conduciendo una cuatro por cuatro que le ha dejado su amigo José para buscarme. ¡Que divertido las dos en un coche! Y ahí vamos por la carretera de arriba para abajo recordando los viejos tiempos en Barcelona cuando entrábamos a los sex shops a robar alguna tontería y nos liábamos con tíos en los bares. Y ahí vamos por San Charles y Santa Eularia hasta la cala de Pou De LLeo y nos desnudamos y nadamos un rato y luego como dos almas inquietas nos vamos para Es Canar y a la cala Martina y luego entramos a un super y robamos una horchata de Valencia y nos divertimos como dos adolescentes sin igual. Luego pasamos por una casa de campo en Can Furnet y nos marchamos a Talamanca y pasamos un día al sol lleno de recuerdos del pasado tiradas en la playa mirando el cielo y a los aviones pasar y contándonos nuestras obsesiones mientras que ella me pinta el cuerpo con unas pinturas que trajo de Berlín. Y por cierto, si están en Berlín, vayan a ver sus exposiciones por que es la pintora más intensa y genial que conocí y dentro de poco venderá todos sus cuadros y nos marcharemos a Nueva York a morirnos de asco.


http://www.angelslefou.com/

29/8/10

Apaga el sol


Escucho “The Cristal Ship” una y otra vez y me torturo un poco. Luego de tanta luz y sol, solo quiero estar a oscuras y poner canciones en la total penumbra y llorar con muchas fuerzas y dejar a las lágrimas escapar y de esta forma hacer una aproximación para que el dolor se vaya. El dolor parece que no se va por que las lágrimas caen una detrás de otras con una fuerza indescriptible e inagotable. Años atrás he desbordado el mediterráneo con el mismo tema. Las lágrimas tienen la misma fuerza que yo cuando nado en el mar durante horas hasta fatigarme y al menos tener un buen motivo para estar cansada por la noche. Escucho la luna. No me habla. Le hablo al mar. Tampoco me responde. Las estrellas no tienen esta vez la respuesta. No hay ni un símbolo de paz. No hay nada. Busco señales en las flores. En los caminos de tierra. Miro al sol y no encuentro ningún indicio y mi corazón te espera en silencio. A los gritos. Te espera y te espera. Que dolor es tenerte lejos. Me duele el porvenir. Me duele el devenir. Ahora disfrazada de verano puedo disimularlo. Pero me adelanto y solo quiero verte. ¿Qué haces sin mí? Y otra vez entro en esta desesperación idiota. Otra vez en ese estado de incertidumbre en el que soles dejarme. No me dejes aquí. Puedes perdonarme. Puedo perdonarte todo. El amor es más fuerte. End of the night. End of the night. End of the night. Que tortura amor mío. No me hagas esto. No. No. No me lo merezco. End of the night. Querer algo y obsesionarte hasta el fondo. Ir solamente hasta el fondo. No se amar de otra manera que hasta el fondo. En el fondo no queda resto. No se puede poner marcha atrás. No se puede simplificar. El fondo es el final. El porvenir es una puerta cerrada en el fondo. Aunque los dos sabíamos el argumento. Vacío. Olvidado. Roto. Argumento de pena y soledad. Sin argumento cuando se hacen las cuatro de la mañana o las dos del amor. Ya no queda nada. Ni letra que me sostenga. Ni sueño que me de fuerza. Y luego nos enviamos unos mensajes de texto románticos que parecen acercarnos y me llenan de ilusiones y luego otra vez los mismos nos alejan.



En fin… apaga el sol, aparta las estrellas del cielo, que te deseo y te deseo y te deseo y te deseo mi amor. Mi sangre solo quiere decirte hola B…

28/8/10

Hasta que la muerte nos separe


Before you slip into unconsciousness



I'd like to have another kiss


Another flashing chance at bliss


Another kiss


Another kiss


The days are bright and filled with pain


Enclose me in your gentle rain


The time you ran was too insane


We'll meet again


We'll meet again


Oh tell me where your freedom lies


The streets are fields that never die


Deliver me from reasons why


You'd rather cry


I'd rather fly


The crystal ship is being filled


A thousand girls, a thousand thrills


A million ways to spend your time


When we get back


I'll drop a line.

The Crystal Ship

       
He estado dando muchas vueltas por la isla y conociendo gente y más gente. Hay días que me da un agobio muy fuerte y no soporto al sol ni a la bicicleta ni a los turistas y me alejo del mundo. He encontrado un escondite perfecto a pocos metros del Sunsplash y me he escondido una reposera tras los árboles del bosque. Entonces cuando no soporto nada, voy directo hacia allí y me quedo escondida y tumbada sola en mi universo bajo las ramas con vistas al mar turquesa y puedo llorar tranquila. Al pensar en toda la gran historia con B mi cabeza hace cortocircuitos. Sale humo en forma de corazones y relámpagos. Esta cerca. He tenido novedades hace rato. Ha vuelto de Tailandia y me ha llamado. Pero de momento no quiero escribir sobre lo que paso entre nosotros porque sospecho que miente y todo se ha convertido en un mal entendido horroroso. Todo queda en suspenso y es una incógnita, el devenir. A pesar de todo, me he entretenido bastante este tiempo. He conocido a una chica de Nueva Zelanda que parece salida de una película de Visconti. Toda blanca con su sombrero tapándose del sol y una sombrilla vaya por donde vaya. Por las tardes quedamos para ir a la playa y nos tumbamos bajo los árboles sobre unos pareos y ella saca un cuaderno y un lápiz negro y me dibuja mientras que yo pienso en historias y en un encuentro casual. Traza rayas y en pocos minutos se puede ver mi figura en blanco y negro tumbada bajo un árbol. Fenomenal. Luego hablamos mucho. Me cuenta su vida en Nueva Zelanda y su infancia en Dubait. ¡Que chico que viene a ser el mundo aquí! Luego me cuenta de su novio catalán, su amante payes con barco y su experiencia en Europa. Me gusta Charlotte. Es un alto personaje. Como yo supongo. En el rato de tiempo libre, también quedo con mi amiga Susanne, casi todos los días y sacamos a refrescar a nuestros alter egos. Son muy amigos y se van de la mano mientras nosotras seguimos soñando pero en definitiva no creemos en nada. No puedo mentir. Estoy triste y todo lo que tengo me parece poco: Formentera, el trabajo, el dinero, la gente, los amigos, el sol y este mar. Y tengo mucho realmente. Pero solo quiero el todo. Y todo es nada. O sea que no quiero nada más que a ti, a mi otra mitad, la que me falta…

27/8/10

Diseño


He vuelto a quedar con el italiano francés este, pero las cosas no han dado resultado. Luego del faro, la luz y rayados de todo el día, intentamos pasar la noche en la playa. Vaya; que mala idea se nos ha ocurrido. Cuando tú amas a alguien puedes pasar la noche bajo un pino que todo estará bien. Pero si crees que la cosa no va a funcionar desde el primer momento, no vayas a sitios dificultosos. Por la noche en la playa sopla el viento y hay una humedad del cojon, entonces si no tienes los elementos necesarios todo se convertirá en incomodidad. Primero intentamos dormir en su coche, un twingo azul viejo y sucio con los asientos traseros que no se bajaban del todo, o sea, no podíamos estirarnos ahí dentro. Ya con mal humor nos bajamos a la orilla y nos pusimos debajo de las velas de un catamarán sobre una toalla. Pero solo teníamos una sola toalla que la pusimos debajo y entonces no teníamos nada para taparnos más que nuestros cuerpos. Al cabo de un rato, con su brazo rodeándome el cuerpo comenzó a darme un agobio descomunal. Lo único que me contentaba era ver las estrellas desde debajo del catamarán através de los agujeritos e imaginarme la cara de B. ¿Qué estaría haciendo en ese momento? Lo mismo que yo quizá pero tomando tragos y enrollándose con tías del mundo que viajan por Asia para en algún momento volver a mis brazos corriendo desesperadamente. Pero da igual lo que estuviese haciendo el. Más importante era lo que estaba haciendo yo: mirando a las estrellas volar sobre el cielo negro y el mar azul y contándoles más secretos al mar y abrazando al fulano este. Me encantaba la escena por que mi mente estaba en otro sitio como siempre. Nunca esta en el mismo sitio que yo. Solo cuando estoy con B se queda conmigo. Así que ahí estaba yo debajo de un catamarán viendo la oscuridad más hermosa del mundo con olor a mar y soñando con nuestros cuerpos gimiendo en el bosque. Lo siento mucho por mi nuevo amigo, pero no puedo fingir. Entonces me levanto con una mala leche tremenda y me voy a dormir sola al coche. No duermo casi nada. El también tiene cara de culo. Lo veo por la ventanilla. Cuando se hacen las ocho de la mañana lo despierto y me despido de el muy amistosamente diciendo que tengo cosas que hacer y que nos veremos luego. Esta claro que esta noche ha sido la ultima junto al famoso y joven diseñador. Mi destino me lo diseño yo…

23/8/10

Silencio


Me he quedado enamorada del campo verde de Ibiza. Siempre que he estado por aquí he estado por el centro y el puerto y luego de muchos años de hacer lo mismo, descubrí una nueva isla para explorar. Supongo que este seria el momento perfecto para examinarla aun mas porque es verano, estoy sola y aquí hay mucha gente nueva por conocer, pero claro, al pasar los días, solo pienso en marcharme a Formentera, a esconderme en mi cueva preferida, que la conozco como la palma de mi mano y entonces solo puedo escuchar el llamado de la isla como Ulises a las sirenas y andar. Y pues así voy de nuevo en la barca pensando en que debería quedarme en Ibiza y comenzar una vida nueva. Pero no puedo. A cierta altura, uno no puede empezar una nueva vida. A la larga, los malos hábitos van a ser los mismos. Entonces aquí estoy de nuevo en el sitio que no puedo abandonar porque parió mis sueños de mar. Mis sueños contigo. Mis sueños que aun no han terminado. Vuelvo a Formentera y la primera semana toda es mar y cielo azul. Luego están los amigos que me entienden y me ayudan y los que no me entienden. Al fin y al cabo, la única que debería entenderse seria yo misma. Y aun no lo he logrado. No puedo entender mi ofuscación y empeño en vivir ciertas situaciones que en definitiva solo me llevaran por el mal camino. Estaba en el Sunsplash con mi amigo loco belga y de repente aparece un chico con gafas Ray Ban modelo de los ochenta, un chico con cuerpo musculoso, espalda apetecible y en los dedos de la mano, tatuada la palabra L O V E. Se acerca a nosotros y comenzamos a charlar. Luego de un rato, nos vamos a dar una vuelta en catamarán los tres. Ya sobre la vela, nos miramos de aquella manera que comienza a mirarse la gente que se gusta o se cae bien. Nos miramos tanto que de repente siento ganas de lanzarme a sus brazos y besarlo, pero claro, me contengo en el barco. Hace mucho rato que no me pasaba algo así con una nueva persona. Luego de la vuelta maravillosa en el mar azul nos invita a cenar a Sa Plajeta y algo se conecta entre nosotros. De a ratos, nos vamos cogiendo la mano y nos abrazamos sin conocernos. Me gusta esto. Luego en la cena cuenta cosas. Dice que es italiano del norte pero lleva diez años viviendo en Paris y trabajando para los diseños de Yves Saint Laurent, entre otras cosas. También tiene tatuada la palabra “Silencio” en el cuerpo. Me gusta. La cena con vino se hace larga y sobre la madrugada nos marchamos a una fiesta de franceses en Es Ram en una super casa frente al mar. Encontramos dos camas al lado de la piscina y ahí nos quedamos entre besándonos y abrazándonos y besándonos. Al rato, ya abrazada de su cuerpo, me doy cuenta, que es un cuerpo extraño. Le toco la espalda y esta claro, no es la espalda de B. Le miro las manos y solo veo las otras manos del monstruo de Sarria. Lo beso y el gusto de la saliva me deja pensando en el gusto de la saliva y en que B no huele a saliva ni cuando se ha tomado la décima copa. En un momento pienso que todo esta por cambiar o que todo podría haber cambiado pero al final me doy cuenta que la ilusión me ha durado muy poco. Como un encanto de cenicienta. Cierro los ojos y las lágrimas se me caen y todo se va a la mierda. Es un chico encantador pero de repente solo siento asco y solamente quiero besar a B en el mundo entero. De repente comienzo a soltarlo. Ya no le cojo la mano ni puedo abrazarlo y el se sorprende con mi actitud y comienza a preguntarme que coño me pasa. Y no quiero explicarle nada. ¿Que le voy a decir? Me había ilusionado contigo, pero lo siento, ha durado unos minutos mi ilusión por que solo pienso en B y en nuestro encuentro más allá de la vida que estamos teniendo por separados...

10/8/10

Las Dalias


He pasado cinco días en Palma de Mallorca y aquí estoy de nuevo subiéndome a un barco que me lleva al puerto de Ibiza bajo un sol que raja la mar. En dos horas todo es distinto. En Ibiza el aire de libertad sopla fuerte y mis deseos aumentan con el viento. ¡Que bien que me sientan los veranos en Baleares aunque mi corazón este roto! Es un refugio externo fuera de todo el mal. He quedado con un colega que no veo hace un año para pasar unos días por aquí cerca de la cala San Vincent bien en el norte. Así que aquí estamos en un coche desde el sur hacia el norte, de arriba para abajo, descubriendo los rincones de la isla. Me encanta esta isla con verdes por todos los sitios y mucho campo. Me encantan las carreteras llenas de flores y los acantilados y las curvas. Aunque claro, las curvas a cada rato, no van nada bien cuando uno esta acostumbrado a la bicicleta que recorre toda Formentera entera. Esta claro, Ibiza no es Formentera, pero aquí estoy recorriendo Es Canar y el Hippy Market, Santa Eularia del río y su movida, Las Dalias y San Carlos. Aquí estoy bajando a Aiguas Blancas y a las calas más bonitas del universo. ¡Que hermosa es Ibiza! Me quedo muerta caminando por estas calles y visitando a mi mejor amiga madre actriz española en su casa de campo de San Carlos. Ha sido un placer inmenso que me venga a recoger a “Las Dalias” y reencontrarnos luego de cuatro años sin vernos. En su casa, me he pasado un día maravilloso, nadando en la piscina con su niña, comiendo delicias, hablando como locas y escribiendo el nombre de mi futura hija en sus guiones de televisión española. ¡Que lindo que es ponerse al día luego de tantos años! ¡Que dulzura de vivir! Un gran ejemplo de la dulzura. Al caer el sol y despedirnos con abrazos y lágrimas en los ojos, tomo nota mental y compruebo que sigue siendo aquel deslumbrante objeto del deseo de todos los tiempos. En fin, ha sido muy movilizador y emocionante volver a vernos. Volveremos a coincidir dentro de poco. Hay mucha historia entre nosotras y mucho amor del bueno…

8/8/10

Un Amor


 Mallorca es una isla muy grande para mi gusto. Es más bien una ciudad con mar azul, calas y autopista. No deja de ser un sitio precioso en el mundo, pero Formentera sigue primero en el ranking de mis sueños Baleares. Esta semana hay mucha movida en la isla por que hemos coincidido con la llegada de la familia real y todo el rollo ese que hacen aquí cada año en el club náutico y la copa del rey. Por todos los sitios aparecen fotografías de la princesa de Asturias, el príncipe Felipe y sus dos hijas, Leonor y Sofía, montados a su velero llamado “Cam”. También por otra parte, ha llegado la esposa de Obama, Michelle y su hija Malia, quienes han estado presentes en un acto público. En fin, he llegado a esta isla en unos días cargados de expectativas. Por cierto, un coñazo conservador. Mientras intento disfrutar en las calas y la piscina de la casa, pero aun así mi mente sigue en el mismo lugar. En un lugar inexistente. En la esfera de los sueños junto a B. Han pasado treinta días ya desde que se ha marchado a Asia y aun no he tenido noticias suyas. El sitio donde esta es una isla muy pequeña alejada del resto del mundo llamada Koh Tao. Realmente solo deseo que este bien, en perfectas condiciones de salud y así lo espero como nunca he esperado a nadie en mi vida mas que a el. Llevamos ciento veinte días sin vernos y la emoción es constante día a día, segundo a segundo. En la última imagen real retenida en mi mente puedo verlo a el llorando en el aeropuerto de Ezeiza diciéndome: Adiós; vuelve pronto. Y luego los besos, lagrimas y abrazos de la despedida. Pues realmente no se que sucederá y con lo único que cuento ahora mismo es con mis sueños. Es un gran misterio nuestro devenir. De momento, un amor incompleto, un amor espera, un amor incógnita, un amor esperanza, un amor incertidumbre, un amor preso, un amor perdido?

6/8/10

Mallorca




Luego de unos días felices y agotadores en Formentera me he marchado a Palma de Mallorca con la madre de B. Hemos cogido el ferry en el puerto de Formentera y más tarde el barco de Balearia en Ibiza. ¡Cuantas luces que se encuentran un viernes por la noche en el Dalt Vila! Cenamos en un chino fantástico y como dos adolescentes nos fuimos a dar vueltas por las callecitas del puerto. Una cantidad de gente considerable, mucho ruido a noche, chicas haciendo promociones casi desnudas, travestis, Drag Queens sirviendo tragos, gays luciendo su físico todo pulido con aceites, dealear, puestos con cosas muy extrañas, intercambios de teléfonos, putas de las buenas, yates de lujo al costado, jeques árabes; vamos la verdadera noche ibicenca. Como dos niñas alegres recorrimos las calles durante tres horas a la espera de nuestro barco y nos sentamos a beber mojito en una terraza de estas. La brisa de la noche caía sobre nosotras y por primera vez en diez días no pensábamos en nada. Luego casi a las cuatro de la madrugada cogimos el barco hacia Mallorca. Apenas subí al mega buque caí rendida en una butaca cama hasta las ocho de la mañana del día siguiente. Luego ya en Palma nos fuimos al piso fabuloso en un acantilado frente al mar con unas vistas estupendas en el Pasaje de Ses Illetes. Joder. La verdad es que no me puedo creer que B deteste y odie con toda su alma todo esto. Realmente son un lujo estas casas sobre el mar, aunque claro, no son mas que un paisaje y decorado de la escena. Sin perder nada de tiempo enseguida me fui a recorrer la isla. Tome un autobús sobre el Passage de Illetes y me deje perder rumbo al centro. Di vueltas por la imponente catedral, por el mercado de la calle y me perdí en su centro durante toda la mañana hasta terminar por la tarde en una playa divina rodeada de palmeras y agobiada de gente. Al caer la tarde volví a la casa muerta de cansancio y me encontré con un álbum de fotos de B de pequeño que me ha dejado rota. Muchas fotos de muchos momentos de su vida. B aprendiendo a andar en bicicleta. B de bebe con sus primeros dientes. B disfrazado en el colegio. Su madre en las portadas de las revistas del mundo. Su madre embarazada de B desnuda en Formentera. B como el niño más bello de mundo, fuerte, sano y saludable. La verdad es que me cuesta entender como ha cambiado tanto luego de tener una infancia tan feliz. Me fui a dormir directamente con dos fotos de B de pequeño, que mire durante horas y horas, mientras que le hablaba y miraba el cielo imaginando el rostro de nuestra hija…


2/8/10

Fonda Pepe


Aquí estoy en la isla de los amores, rodeada de pinos, bosques y arena intentando algo. El verano se hace presente y la luz del día se apaga a las diez de la noche. Cuanta luz que irradia Formentera. En la casa me he instalado en el mismo bungalow que hemos compartido todos estos años y los recuerdos son presentes diarios. Veo a B en el aire que respiro, en cada objeto y en la espalda, hombros, pelo, altura, piel, ojos de su madre. Es su fiel reflejo. El físico y la locura los caracterizan. De momento no hemos tenido novedades from Tailandia, así que aquí estoy rezándole al mediterráneo cada noche y viendo el nombre de nuestra hija pintado con colores y adornado con luces sobre las paredes blancas de esta hermosa casa. Imaginando los nombres de los perros y los rincones con flores. En fin, la paja mental es perpetua y continua. Irme a la cama sin B es muy doloroso. Este colchón y esta almohada lo han vivido todo y todo esta aquí, en el aire. Y entonces solo resta esperar que sople el viento a favor. Ya no puedo hacer nada más que esperar alguna señal. No depende de mis manos el destino. Solo puedo desear e imaginar y si el universo conspira con todas las fuerzas será posible. La felicidad me la da el sol, la luz, los bosques, el mar, la bicicleta y todo lo que tiene que ver con la naturaleza. Ya no se trata de personas, ni amigos o conocidos que he visto por aquí. No se trata de seres humanos. Eres solo tú y yo en el universo Formentereño y en nuestra locura cósmica. He pasado unos días muy agotadores, de arriba para abajo, arreglando la casa de la madre de B y dejando todo listo para la entrada de los putos turistas. Además de pasear en barco, bicicleta y moto por la isla, he recorrido la noche y me he encontrado con los lugares de siempre y su gente. No se si fue la alegría o que pero la otra noche cogi una borrachera considerable. Estaba con Susanne en la Fonda Pepe en San Ferran bebiendo hierbas con hielo e intentando divertirme y cambiar mi rumbo y al cabo de nada comencé a sentir una anestesia en el cuerpo inmensa. Todo me parecía gracioso y divertido y mi risa explotaba como loca. También hablaba con mucha gente y recuerdo que cogi una guitarra y cantaba cuando solo se tocar dos notas y de muy mala manera. También recuerdo que se me acerco un chico muy pesado que me decía unas cosas rarísimas queriendo ligarme y yo lo echaba y luego lo llamaba o algo así. De todas formas, apunte su móvil en el mío con el nombre “Pesado”. También había otro que se llamaba “Yil” y era como muy cariñoso pero tenia una onda dark y su remera decía: “Im so lost” y yo le decía: “Im so lost in love with u” Bueno por lo que recuerdo, fueron todas tonterías de borracheras que me tuvieron fuera de foco toda la noche. Otra cosa que me recordó mi amiga, es que me ponía a hacer pis detrás de cualquier cosa. De una palmera, de unas mamparas transparentes y de los coches. En fin, hace meses que no me sentía tan borracha y me divertía tanto solo con unas ricas hierbas ibicencas y unos buenos amigos…

27/7/10

El catamaran de Vincent


Luego de un par de días de adaptación, enseguida me siento como en casa otra vez. Soy más de aquí que de allí y eso que allí me he tirado unos seis meses. Soy mas del bosque y del mar, que de las ciudades y su punchi- punchi. Supongo que pasare un tiempo en esta hermosa casa a doscientos metros del mar y luego tendré que volver a decidir. Mi gran amigo Vincent me pasa a buscar en su Land Rover todo terreno llena de arena y colgamos mi bici como cada verano en la parte de atrás y bajamos al Sunsplash en busca de su flamante nuevo catamarán a vela. Vaya felicidad me produce que un barquito te este esperando aparcado delante de la orilla, a nuestros pies. Por primera vez en mi vida, me subo al catamarán sola con el, y la dirección del viento comienza a hacer su parte. Presas del viento, los dos desnudos y tirados sobre el barco nos vamos metiendo cada vez mas adentro rumbo al chiringuito Lucky, a unos seis kilómetros de costa supongo. El catamarán flamea con el viento y por momentos cuando el viento deja de soplar se detiene y es ahí cuando entro medio en pánico en el medio del mediterráneo, es la poca experiencia que tengo, esta claro. Me da mucha ansiedad estar detenidos en el mar, sin viento. Vincent me dice que no pasa nada baby, que hay que esperar que sople el viento, yo le digo que mejor que lo intente doblar y acercarse a cualquier orilla, me dice que no, que no se puede, que tiene que soplar el viento. ¡Ay! ¡Madre de dios! ¡Por que no tiene un motor! Intento tranquilizarme y calculo la distancia hasta la orilla, serán unos novecientos metros y cojo el chaleco salvavidas. Vincent me dice: ¿Que haces? Le digo que por las dudas, me dice, que tranquila baby que no pasa nada, que es normal detenerse. Me entra un ataque, quiero que sople el viento. A lo lejos pasa una lancha con dos personas, le digo a Vincent, que si le grito a los de la lancha y que nos vengan a rescatar, me dice que no, que tranquila, que he sido marinero de pequeño, que es normal detenerse y yo continúo con mi paranoia: ¿Y si se vuelca? ¿Y si volcamos? ¿Que onda? ¿Flotare con el chaleco salvavidas? No pasa nada baby, nos vendrán a rescatar si volcamos. Jajajjaj. Me entra mas paranoia imaginando el rescate. Vincent me dice que me calme, que me imagine que estoy follando con B, que me acueste y me relaje y tome sol. Janjajajajaj. Me río como histérica de los nervios hasta que lentamente el viento comienza a soplar, la vela flamea y nos dirigimos hacia el destino final y llegamos al Lucky de maravillas y dos amigas de Vincent italianas de Milano con tetas grandes nos esperan en la orilla y como dos príncipes nos tumbamos en la arena y bebemos mojitos. ¡Oh, my good! ¡Ha sido casi como un aterrizaje! Pero sana y salva me recuesto sobre tierra firme y disfruto de este mar turquesa…

25/7/10

Formentera

Al bajar del barco me espera la madre de B con un coche Nissan Micra Odyssey color verde mar que ha traído conduciendo desde Varsovia. Me dice que ha tardado tres días y que en el camino se ha encontrado con una pareja de polacos que le han hecho el viaje más agradable. Han pasado siete meses desde la última vez que nos vimos en Barcelona. Todo sigue igual en ella o peor que la última vez. El estar separada de su hijo por tanto tiempo la ha convertido en una mujer muy áspera e irritable con el resto del mundo. Es una mujer muy bella que en algún momento fue Miss Polonia, pero tiene un carácter muy difícil. Extremadamente duro. Inmediatamente al llegar a la casa del Km. 8.9, el cielo se cae encima de mí. El olor del bosque me produce una tristeza que me parte al medio y no puedo disimular las lagrimas que caen. En cada paso que doy al entrar todos los recuerdos se me vienen encima. Es como si B estuviese aquí. Cada color. Cada aroma del bosque, cada partícula del aire, es parte del. Todas las cosas que creamos el año pasado permanecen igual, en el mismo sitio. Los caracoles en las lámparas, la cortina de conchas de almejas, las velas, los cuadros con los nombres, las bicis colgadas del árbol, el cassette de Nina Simone dentro de una radio vieja, las telas; todo esta ahí, intacto esperando por nosotros, descansando entre las pinazas del generoso bosque. Amo esta casa, pero sin ti, intuyo que se convertirá nuevamente en una pesadilla. De momento debo pensar en mí y con el correr de los días, percibo que aparecerá una nueva idea. Día a día y paso a paso. Estoy muy cansada luego de tanto movimiento de viaje y solo quiero arrojarme en la cama que dormíamos e imaginarme y visualizar todas las situaciones posibles. Volver a ese pasado, exactamente al mes de julio pasado, y verte preparando el arroz con mejillones que tan exquisito te sale. Mirarte prendiendo velas por todos los rincones y apagando todas las luces. Verte desnudo caminando por el bosque. Cerrar los ojos y sentir tus manos alrededor de mi cintura. Cerrar muy fuerte los ojos y tocarte, oír tu voz, tu risa lejana y de momento conformarme con mis recuerdos, que son gloriosos y lo único que tengo de ti ahora mismo. Más tarde, le rezare al cielo y a nuestro mar, que mis recuerdos se hagan carne otra vez. Entre nosotros, nuevamente el mar de por medio. Mar nos junta, mar nos revuelve, mar nos separa. Como una gran ola que explota en su clímax, pronto volveremos a las orillas…

23/7/10

ATAME


Estoy en el aeropuerto de Madrid, luego de pasarme unos días un tanto raros en la ciudad castiza. Me acerco a la ventanilla de mi Vueling con destino a Ibiza y me informan sobre una huelga de controladores aéreos que durara unas cinco horas. Joder. Me cago en el aeropuerto de Barajas. Doy una vuelta por la nueva T4 y me siento a comer una rica ensaladita mientras espero y en el bar a mi lado se sientan dos chicas rubias tenidas con unos acentos un tanto anormales que no logro definir de entrada. Una de las rubias lleva puesta una camiseta de Bob Dylan pero apuesto el cielo que no tiene ni idea quien es. Es mas, en mi móvil suena Lay Lady Lay como ringtone y ella ni se da vuelta. O sea, no sabe que canta Bob, o sea, para que mierda te pones una camiseta de un extraño? Se siente cool con una cara de un hombre mayor en la camiseta. El show comienza cuando entre ellas se produce el siguiente dialogo. Deben tener veinticinco años o así. Rubia 1(la que parece mas pequeña) Rubia 2 (la de la camiseta de Bob)


Rubia 1: Es muy chevere llegar a la ciudad de Ibiiiiiza todas bronceadas por el sol.

Rubia 2: Obvio, es very soul llegar así

Rubia 1: Cuando estuve en Londres fue cooly

Rubia 2: Te acuerdas como se llamaba el aeropuerto?

Rubia 1: No, realmente no me interesan esas cosas.

Rubia 2. Se llamaba Heatrow. H. E. A. T. R.O. W

Rubia 1: Mi novio se ha quedado en Puerto Escondido.

Rubia 2: No importa. Tienes que pensar en ti y en los vestidos que vamos a ponernos estos días.

Rubia 1: solo estaremos tres días. Traje tres vestiditos.


Rubia 2: Hoy vamos a cenar al Pacha y ya nos quedamos allí all night.

Rubia 1: obviously

Me giro asombrada y creo que el dialogo es de mentira, pero no, ellas dejan su alma en cada oración. En fin, luego de cinco horas con las rubias de fondo, subo a mi vuelo y en cincuenta minutos estoy en Ibiza, la isla blanca. Es maravilloso ver Ibiza desde el aire y sentir tocar el mar cuando el avión esta por aterrizar planeando sobre el agua. Luego al bajar soy irremediablemente feliz. Los colores y olores me curan de todo el mal, aunque sea por unos días. Y luego lo de siempre, cojo el autobús hasta el puerto y el barco a Formentera, paraíso hallado hace algunos años en el cual pasare el resto de mi vida, al menos por temporadas. Paraíso al cual estoy obligada emocionalmente a volver. Atada a Formentera for ever. Atada a este sol. A estos azules. Al olor que me calma. A este mar que me devuelve felicidad en toneladas. Atada for ever…

21/7/10

Vivir Su Vida

Las despedidas siempre son amargas, pero esta vuelta no quiero ser dramática por excelencia y hago una fuerza tremenda por contener las lagrimas cuando abrazo a mi nona de ochenta y ocho años, lo mismo cuando abrazo a mis padres en el aeropuerto y lo mismo, cuando acaricio a mi perro. Y por primera vez en años, lo logro, apenas se me caen algunas y las intento disimular, por que sino entro en una locura ordinaria y me muero por dentro al dejar a los seres que amo e intento no pensar en esto de separarse de los cuerpos de los otros, del amor que me generan. Intento ser fuerte y practica y me digo a mi misma, coño; a vivir tu vida. Vivir su vida. Una peli de Godard que me ha gustado mucho aquellos años cuando me la pasaba viendo todo el cine de la Novelle vague posible y me deleitaba con el romanticismo francés. Y en estos años de mucha novelle personal me subo a un avión con destino a Madrid que me devolverá a algún paraíso futuro. Hago una apuesta por el futuro, cuando se con puño y letra que el futuro no es mas que una ilusión. De todas formas aquí estoy, cruzando el océano por vigésima vez o algo así. Y las esperanzas son muchas y los sueños se multiplican y las lamparitas de mi mente están prendidas, pese a todo el tsunami de emociones que he vivido los últimos días. Y quizá luego todo se convierta en una mera ilusión, pero de todas formas, quiero y necesito vivir la aventura, el sin rumbo o el rumbo errado; el camino que venga. Esta vez no iré a tu piso de Riera Blanca, porque este no existe mas, ni tampoco iré a buscarte a ningún sitio, por que de momento Asia me queda lejos. Entonces me conformo con el presente y me paso unos días en un Madrid que destila sudor y sol a rabiar y la temperatura sube hacia los cuarenta grados y todo en mi cambia. Del invierno más duro paso en doce horas a un verano infernal y odioso donde lo único que se puede hacer es quedarse debajo del aire acondicionado hasta las once de la noche ya que la luz ilumina hasta las diez. Y me encuentro con una amiga y paso unos días en una urbanización en un hotel entrando en el coche por el parking y diciendo en recepción que soy la profesora de ingles que viene a darle clases a la huésped. Y así me paso tres días camuflada en un hotel riéndome a carcajadas y sonándome los mocos, supongo que de tanta lagrima que me he tragado.